Salud viajera

A la hora de preparar un viaje siempre buscamos un billete de avión barato, un alojamiento que se ajuste a nuestro presupuesto y los enclaves que hay que visitar en el destino. Aunque también hay otros aspectos a tener en cuenta a la hora de planificar un viaje y uno de los más importantes es la salud viajera.

Cuando nos vamos de vacaciones tendemos a pasar por alto los posibles infortunios que podemos sufrir, y apenas nos paramos a pensar en qué problemas de salud nos podemos encontrar durante el viaje.

Antes del viaje

Antes de iniciar el viaje, es recomendable pasar por un centro de vacunación internacional al menos seis semanas antes para que nos asesoren médicamente sobre el destino que vamos a visitar. Es importante ir al menos con mes y medio de antelación para que, en el caso de necesitar alguna vacuna, esta tenga tiempo suficiente de crear los anticuerpos.

En el centro de vacunación un doctor nos explicará los riesgos de salud que podemos encontrar en ese destino y, a la vez, estará informado de epidemias puntuales que pueda haber allí. Existen dos tipos de vacunas: las obligatorias y las recomendables.

Una de las obligatorias es la vacunación de la fiebre amarilla si se tiene previsto visitar un país con riesgo de contraer dicha enfermedad. La vacuna tiene una efectividad de 10 años a partir del décimo día de la primera dosis. Al ser una vacuna obligatoria, es necesario llevar el carné de vacunación a la hora de entrar y salir del país. Cuando digo país no solo me refiero a España, porque hay algunos países en los que no te dejan entrar si no nos han puesto determinadas vacunas.

Por otro lado, las vacunas recomendadas son aquellas, que aunque no son obligatorias tenerlas puestas antes del viaje, se recomienda mucho para evitar contraer dichas enfermedades. Como vacunas recomendadas destacaríamos la del cólera, la fiebre tifoidea, la hepatitis A y B, la meningitis meningocócica, la poliomielitis, la rabia y el tétanos. En el centro de vacunación internacional os dirán, según la zona a visitar, cuáles son las que es mejor tener al día.

De momento, aún no hay vacuna para combatir el paludismo o la malaria, una enfermedad muy extendida en países tropicales. Aunque existe una profilaxis en forma de pastillas, lo más importante es intentar prevenir la picadura del mosquito que la transmite. Normalmente, el mosquito pica entre el anochecer y el amanecer, así que durante ese momento del día es recomendable llevar pantalón largo, manga larga y ropa con colores claros, ya que, sorprendentemente, los colores oscuros atraen a los mosquitos. En las zonas del cuerpo que queden expuestas es conveniente aplicar antimosquitos.

A la hora de dormir, es recomendable una habitación con aire acondicionado y con mosquitera. Hay que fijarse en que la mosquitera no esté rota y, al colocarla, cuidar de que no quede ningún mosquito dentro y asegurarse de que queda toda la mosquitera ajustada debajo del colchón. La habitación se puede rociar con insecticida, conectar un antimosquitos a la corriente o encender una espiral de incienso antimosquitos por la noche, aunque lo más efectivo es la mosquitera y el aire acondicionado.

Otra enfermedad que cada vez se está extendiendo más es el dengue, para el cual no hay ni vacuna ni profilaxis y la única manera de evitarla es evitando las picaduras de los mosquitos infectados. El dengue sobre todo se da en zonas urbanas en países tropicales y subtropicales, y lo transmite el mosquito hembra Aedes que pica durante todo el día, pero especialmente por la mañana.

También es bueno llevar un botiquín básico de primeros auxilios que contenga lo siguiente:

– Material para curas (tiritas, gasas, yodo, alcohol…)
– Crema solar (no solo si se va a la playa, ya que en grandes altitudes también es necesario protegerse bien del sol).
– Repelentes de mosquitos (Relec, Goibi, etc); las pulseritas no hacen nada.
– Suero oral en sobres
– Micralax (para combatir el estreñimiento controladamente)
– Loperamida (solo en caso de diarrea en desplazamientos largos)
– Paracetamol (para la fiebre)
– Ibuprofeno (para los dolores musculares)
– Protector de estómago
– Almax (para combatir las comidas fuertes)
– Repelente de mosquitos
– Tapones para los oídos en caso de dormir en dormitorios (muy beneficiosos para la salud mental del viajero)

Si normalmente tomáis medicación, llevar dosis de sobra para todo el viaje, ya que los medicamentos en otros países suelen tener un nombre distinto y en muchos países no los suministran sin receta médica.

También es imprescindible contratar un seguro médico y de viaje, algo a lo que casi no le damos importancia, pero si se tiene un percance en el extranjero, te puede llegar a arruinar literalmente. Conozco dos casos. Primero, una gran viajera que en su primer día de vacaciones se rompió la tibia y el peroné en los templos de Angkor y tuvo que ser trasladada a Bangkok para ser operada de urgencia y luego un viajero surfero que sufrió la mordedura de un tiburón en las islas Fiji mientras cogía unas olas. Vale, son casos extremos, pero son cosas que pueden pasar y si no tienes seguro de viaje te tocará desembolsar todos los gastos de tu bolsillo.

Además, antes de emprender el viaje es una buena idea inscribirse en el registro de viajeros del Ministerio de Asuntos Exteriores. Allí puedes dejar tus datos para que, en caso de emergencia, al Ministerio le sea más fácil hacer su trabajo. Entre los datos solicitados están los de contacto de familiares en España, la ruta prevista, los hoteles y las agencias de viaje que tengamos previsto contratar.

Durante el viaje

Una vez estemos disfrutando de nuestro merecido viaje, tenemos que tener mucho cuidado con la comida y la bebida que tomemos. La diarrea es la enfermedad más común que se puede contraer mientras viajamos y hay muy pocos países en el mundo donde no tengamos que tomar precauciones a la hora de comer.

Se recomienda no ingerir verduras crudas, y en especial hay que tener mucho cuidado con las ensaladas. Las carnes y pescados tienen que estar bien cocinados y hay que evitar mariscos y moluscos crudos. También es recomendable comer fruta pelada o lavada con agua mineral embotellada. Hay que tener especial cuidado con los zumos de fruta naturales, ya que suelen contener agua y no siempre podemos certificar su procedencia. La repostería, los helados y la leche también son productos que suelen padecer infecciones fácilmente, así que también hay que ir con cuidado.

En referencia al agua, solo se tiene que beber la que nos ofrezca garantías sanitarias. Hay que estar atentos en restaurantes con el agua que sirven y exigir que abran el agua mineral delante de ti (porque en muchos sitios rellenan con agua del grifo las botellas de agua mineral). En las bebidas hay que evitar los cubitos de hielo, que pueden estar hechos con agua no purificada. Las bebidas embotelladas de marcas conocidas suelen tener garantías sanitarias, igual que el té y el café, ya que el agua se hierve durante su preparación. Aun así, si el vaso está mugriento, es mejor no beber, ¡como me pasó a mi en Petra!

También hay que tener cuidado con los baños en agua dulce, ya que podemos contraer larvas e infecciones. En el mar hay que tener cuidado con las picaduras de medusa y, si se hace snorkel o submarinismo, sobre todo no tocar nada del fondo marino.

Para terminr, os dejo las directrices que suelo seguir al viajar. Desde que las sigo no he contraído ninguna enfermedad de estómago:

1. Lavarse bien las manos antes de comer ya sea con jabón o con desinfectante de manos.
2. Lavarse bien las manos cada vez que se toca dinero, la mayoría de los virus se pasan a través de las monedas y los billetes.
3. Cuidado con la comida callejera, ya que las condiciones sanitarias suelen ser nefastas.
4. Llevar siempre manga larga y pantalón largo. Además de proteger contra los mosquitos, también protege de las quemaduras del sol.
5. Beber abundante agua embotellada, sobre todo si hace mucho calor.
6. En climas calurosos, evitar beber bebidas muy frías y los lugares con el aire acondicionado muy fuerte. No es bueno para el cuerpo pasar de 40 ºC a 18 ºC en muy poco tiempo.

Si al volver del viaje se tiene fiebre o síntomas de alguna enfermedad, es recomendable acudir rápidamente al médico y comentarle qué zonas se han visitado durante el viaje, ya que muchas enfermedades tropicales se manifiestan tras un proceso de incubación que puede durar semanas.

12 comentarios

  1. marc 14 agosto 2012
  2. M.C. 15 agosto 2012
  3. Carfot 15 agosto 2012
  4. fran soler 16 agosto 2012
  5. Sergio 20 agosto 2012
  6. Babyboom 21 agosto 2012
  7. Sergio 21 agosto 2012
  8. Beatriz Mateos 16 enero 2013
  9. Beatriz Mateos 16 enero 2013

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