Explorando el delta del Okavango en mokoro

Tras sobrevolar el delta del Okavango en avioneta, proseguimos nuestro viaje por Botsuana y exploramos el delta del Okavango en mokoro, la canoa tradicional de la zona.

A la hora señalada del inicio de la excursión, el Old Bridge Backpackers ya era un hervidero de actividad y desconcierto, y vimos a decenas de personas preparándose para explorar el delta del Okavango en mokoro. La gran mayoría iban a pasar allí una o dos noches, pero nosotros y otro viajero más solo íbamos a pasar el día y volver. Al llegar a recepción dimos nuestros nombres y descubrimos que no estábamos en la lista, pero con el caos que reinaba en ese momento, no fue un impedimento. Rápidamente nos pasaron un par de bolsas con el almuerzo del día y también un par de paraguas para resguardarnos del sol y del calor que nos aguardaba.

DELTA OKAVANGO MOKORO

Lanchas rápidas que nos llevarían al punto de salida

Subimos a los coches y nos condujeron a un punto del río donde nos esperaban unas lanchas rápidas. Remontamos el río durante casi una hora hasta llegar a la valla que separa los animales salvajes del ganado y que el día anterior vimos desde el aire. Allí nos estaban esperando los mokoros, las canoas tradicionales, con sus barqueros. Algunas de estas canoas todavía se fabrican de manera tradicional y se tallan de una sola pieza de madera. Sin embargo, también vimos mokoros más modernos hechos de fibra de vidrio, y es que la modernidad se va imponiendo.

DELTA OKAVANGO MOKORO

Mokoros preparados para partir

Nuestro barquero plantó dos asientos en el mokoro, nos subimos y empezamos a adentrarnos en el parque nacional. En ese momento solo éramos dos mokoros surcando el río: el nuestro y otro en el que iba un chico de Eritrea que estaba haciendo turismo por el país moviéndose en transporte público. El resto de participantes que pasaban la noche en el delta en tiendas de campaña tardaron algo más en salir por lo complejo de la logística.

DELTA OKAVANGO MOKORO

Nuestro barquero iba impulsando el mokoro con una pértiga, igual que los gondoleros en Venecia y, lentamente, nos íbamos adentrando en el delta. A pesar de ser temprano, ya hacía mucho calor y entendí por qué nos habían dado paraguas en el hostel. Con el paraguas abierto en plan La reina de África fuimos navegando río arriba. Por las riberas nos acompañaban cientos de aves. No divisamos ningún gran animal, ni dentro ni fuera del agua, pero sí muchos tipos de pájaros que hacían vida en el río.

DELTA OKAVANGO MOKORO

A lo La reina de África

Al rato de navegar por la parte más ancha del río, el barquero viró el mokoro para adentrarnos en un pequeño afluente en el que la vegetación abundante hacía que el camino fuera cada vez más estrecho hasta el punto de que casi avanzábamos comiéndonos las cañas. Un consejo para evitar comer cañas: poneos de pie si no os da pánico que la canoa se tambalee un poco (como a mí). Nos fuimos acercando a una isla del delta poco a poco hasta que el mokoro tocó tierra y bajamos.

DELTA OKAVANGO MOKORO

Nuestro barquero nos dijo entonces que dejáramos allí las cosas y que solo lleváramos agua y una gorra para resguardarnos del calor. ¿Por qué? Pues porque a continuación íbamos a hacer un safari a pie por el delta del Okavango en busca de fauna salvaje. Así, fuimos andando en fila india durante una hora bajo un sol abrasador. El barquero buscaba señales que le indicaran dónde podríamos divisar animales, aunque sinceramente yo me alegraba de que no viéramos ninguno. Tras un rato caminando, vimos unas cebras a lo lejos y, en el camino de vuelta, nos encontramos con unos elefantes a bastante distancia, por suerte. Fue un momento extraño, de aquellos en los que no sabes si alegrarte o no por no haber visto más animales durante el paseo. Luego nos comimos los bocadillos y regresamos al mokoro para volver al punto de partida. Nos gustó mucho la experiencia de surcar el río Okavango en mokoro, ya que así se vive el delta de una manera más pausada y te da la oportunidad de disfrutar de los sonidos de la naturaleza.

DELTA OKAVANGO MOKORO

Safari a pie por el delta del Okavango

De vuelta al hostel, tratamos de encontrar algún viajero más para compartir excursión al día siguiente. En nuestros planes estaba visitar la reserva de Moremi, en pleno delta del Okavango, o ir en 4×4 hasta las Tsodillo Hills, cuatro colinas que ofrecen una gran concentración de pinturas rupestres y, además, es un lugar sagrado para los bosquimanos. Por desgracia, las colinas Tsodillo están demasiado lejos para hacer una excursión de un día. Además, el alquiler de un 4×4 con conductor solo para nosotros salía excesivamente caro.

DELTA OKAVANGO MOKORO

Mientras debatíamos, nuestro compañero de excursión nos comentó que una manera de viajar muy práctica por Botsuana es compartiendo coche, como un Bla bla car pero sin web. En cada población hay un punto de reunión donde los viajeros y los conductores se ponen de acuerdo sobre cómo compartir los gastos del viaje. Este punto está normalmente a las afueras de las poblaciones, así que decidimos acompañarlo con nuestro coche hasta el punto en cuestión, que encontramos después de preguntar un par de veces. El transporte público entre las grandes poblaciones de Botsuana existe, pero tiene muy poca frecuencia de paso, así que esta es una buena forma de viajar y a la vez de conocer mejor la gente del país.

DELTA OKAVANGO MOKORO

Como no nos salió ningún plan para el día siguiente, decidimos dedicarlo a descansar y a no madrugar. Solo fuimos a correos a enviar una postal (una hora de cola), fuimos a navegar por Internet en el excelente Kalahari Café y nos bañamos en la piscina del hotel. Fue una jornada de relax porque a la mañana siguiente nos esperaba una larga jornada de viaje: conducir hasta Kasane y el parque nacional de Chobe.

NANDOS MAUN

Ese día cenamos en el Nando’s de Maun

Datos de interés:

1. Excursión de un día en mokoro: 695 pulas. Lo contratamos en el Old Bridge Backpackers. Si tenéis tiempo y ganas de aventura, creo que puede estar bien pasar una noche en el delta.

2. Alojamiento en el Discovery B&B: habitación doble con baño: 625 pulas con desayuno, pero sin wi-fi.

2 comentarios

  1. Helena 8 enero 2014
  2. Libreta Viajera 10 enero 2014

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