Ruta por la Costa Oeste de EE.UU. Guía del viaje de 19 días

Este es uno de los viajes soñados por todos. La costa oeste contiene paisajes y ciudades inmortalizados en miles de películas y de una variedad tan grande que son necesarias varias visitas para explorarla completamente. En esta guía os llevamos hasta la no siempre soleada California en un road-trip de más de 4300 kilómetros que nos llevará desde Los Ángeles hasta Las Vegas y el Gran Cañón por la mítica ruta 66. ¿Preparados?

Itinerario del viaje por la costa oeste de Estados Unidos

Día 1: Barcelona-Los Ángeles (noche en Los Ángeles)
Día 2: Los Ángeles (Los Ángeles Pueblo, Chinatown, Little Tokyo y partido de los Lakers)
Día 3: Santa Bárbara (noche en Cambria)
Día 4: Pacific Highway: Cambria, elefantes marinos, Big Sur, Carmel-by-the-sea (noche en San Francisco)
Día 5: San Francisco: Chinatown, Painted Ladies, Castro, Golden Gate (noche en San Francisco)
Día 6: Sonoma Valley, Coppola Winery y St. Helena (noche en San Francisco)
Día 7: Alcatraz, Pier 39, Mission y Union (noche en San Francisco)
Día 8: Twin Peaks, SF y Sausalito (noche en San Francisco)
Día 9: Columbia, Sonora y Jamestown (noche en Jamestown)
Día 10: Yosemite NP (noche en alguna parte entre Yosemite y Sequoia)
Día 11: Kings Canyon NP y Sequoia NP (noche en Las Vegas)
Día 12: Las Vegas (noche en Las Vegas)
Día 13: Presa Hoover, Ruta 66 y Gran Cañón (noche en Tusayan)
Día 14: Gran Cañón y Los Ángeles (noche en Los Ángeles)
Día 15: Venice, Santa Mónica y Los Ángeles (noche en Los Ángeles)
Día 16: Universal Studios (noche en Los Ángeles)
Día 17: Warner Bros. Studios, paseo de la fama en Hollywood y visita guiada por Los Ángeles (noche en Los Ángeles)
Día 18: Regreso a Barcelona (llegada el día 19)

Vuelo a Los Ángeles

Para ir a la costa oeste volamos a Los Angeles con escala en Miami, pero como el viaje de ida fue toda una odisea y es un poco largo de explicar, esta parte os la relataremos al final de la guía.

Cómo conseguir el visado para Estados Unidos (ESTA)

Antes de viajar a Estados Unidos es obligatorio tramitar el visado de entrada a través de la página web ESTA. Hay que tramitarlo como mínimo 72 horas antes del viaje y tiene un coste de 14$. Atención porque la que os enlazamos es la buena. Hay otras que no son oficiales y cobran mucho más. Para entrar en el país todo son pegas: las maletas no se pueden facturar directamente al destino final, largas colas en inmigración, largas colas para el control de equipajes… Sin embargo, para salir todo son facilidades, te envían la maleta al destino final y ni siquiera se tiene que pasar el control de pasaportes porque todo va informatizado. Así que el consejo es armarse de paciencia y tomárselo con filosofía.

Alquiler de coche en Los Ángeles

La mejor manera de explorar California es en coche de alquiler. Al ser cuatro personas con cuatro maletas grandes, reservamos coche tipo SUV mediano con cobertura de seguro completa durante 17 días por 375€ con AVIS a través de la web Rentalcars.

En el aeropuerto de Los Ángeles tomando el bus de la compañía de alquiler de coche

Al llegar al aeropuerto de Los Ángeles hay que salir al exterior de la terminal siguiendo el cartel «CAR RENTAL» y esperar fuera a que pase el minibús que te lleva al aparcamiento de Avis. No hay una parada concreta, solo hay que esperar a que pase y hacer una señal con la mano para que pare. Avis tiene dos oficinas diferentes en Los Ángeles: una para los miembros del Club Preferred y la normal. Es muy recomendable hacerse la tarjeta Preferred porque os ahorra colas y da algunos beneficios (como un upgrade en el primer alquiler).

Preparados para la acción

GPS en la costa oeste de los EE.UU.

Sin navegador es muy complicado orientarse en las grandes ciudades. Por recomendación de nuestros compañeros de Globellers decidimos comprar la App Sygic Mundo (60€) que tiene los mapas de casi todos los países del planeta con actualizaciones ilimitadas. Es un navegador offline que se puede instalar en la tablet y en el móvil sin necesidad de tener wi-fi o tarifa de navegación, y funciona de maravilla. Antes de viajar hay que descargarse los mapas de las zonas que se visitan. En Estados Unidos va por estados y nosotros nos descargamos los de California, Nevada y Arizona. De las mejores inversiones de los últimos años.

Dónde dormir en Los Ángeles (barato)

Esta es la pregunta del millón. El alojamiento en San Francisco y en Los Ángeles es bastante caro y como éramos cuatro personas decidimos reservar apartamentos. La empresa que sin duda tiene más ofertas es Air B&B. (Podéis conseguir un descuento de 20$ en Air B&B siguiendo este enlace). En principio reservamos un apartamento de dos habitaciones por 96€ la noche en la zona de Highland Park, una zona que nos habían recomendado porque está muy de moda. Pero hete aquí nuestra sorpresa cuando tres días antes del viaje, al entrar en la web de Air B&B descubrimos que nos habían cancelado la reserva y no nos habíamos dado cuenta. Rápidamente contactamos con ellos y nos dijeron que había habido un problema con el propietario y por eso se había cancelado la reserva. Como contraprestación nos dieron un 20% extra sobre lo que habíamos gastado para poder hacer otra reserva, aunque con tan poca antelación ya no había tanto donde elegir por ese precio.

Cama de matrimonio en el salón del apartamento

Las dos primeras noches en Los Ángeles reservamos un apartamento de una habitación (la segunda cama de matrimonio estaba en el salón) en Hollywood. El apartamento estaba muy bien situado, a dos manzanas del Teatro Chino y estaba bastante bien. Tenía cocina, un baño, y aire acondicionado. En la zona conseguimos aparcar un día en la calle pero al siguiente ya no había espacio y lo dejamos en un aparcamiento por 10$ el día entero. Este apartamento nos salió por 135€ la noche con gastos incluidos. La propietaria tiene varios apartamentos en el mismo edificio.

Habitación privada con cama de matrimonio

El segundo alojamiento en Los Ángeles nos salió un poco más barato, pero fue un poco rollo. Está situado en la zona de West Hollywood en la planta superior de una casa familiar. El apartamento tiene dos habitaciones independientes y un baño enorme. Lo malo del sitio es que no tiene zona común y, además, la propietaria impone muchas normas (explicadas en un correo de doce páginas) como, por ejemplo, que debíamos ir descalzos aunque hacía mucho frío.

El apartamento que alquilamos está en el segundo piso de la casa.

La propietaria vivía abajo y teníamos que ir con cuidado de no molestar mucho. Además, en la casa hacía mucho frío y cuando se lo dijimos, nos dejó como favor especial dos estufas (habitualmente el aire acondicionado y la calefacción tienen coste adicional) que, al encenderlas, hicieron saltar los plomos de media casa, así que no las pudimos usar. Este apartamento nos salió por 115€ (con estancia mínima de 3 noches). Por todo esto, por la situación y el precio, es más recomendable el primer apartamento.

Baño del apartamento en West Hollywood

Qué visitar en Los Ángeles en cuatro días (días 2, 15, 16 y 17)

Los Ángeles es la capital del entretenimiento mundial y se pueden pasar allí semanas sin aburrirse. Nosotros dedicamos a esta ciudad cuatro días enteros y no paramos ni un momento.

Visita a El pueblo de Los Ángeles y Union Station

En el downtown está este parque histórico que aglutina la zona más antigua de la ciudad. Aquí podemos encontrar la histórica casa de 1818 Avila Adobe (entrada gratis) y pasear por Olivera St. un callejón lleno de tiendas de suvenires y comida mexicana que nos recuerda que antaño Los Ángeles perteneció a México. Es muy interesante visitar también el Old Plaza Firehouse Museum (entrada gratis) que alberga coches de bomberos antiguos.

Interior de la Avila Adobe House

A cinco minutos andando de allí está Union Station, la estación de tren de 1939 que aún sigue en funcionamiento. El edificio es precioso por fuera y por dentro, construido en estilo art decó y donde se han rodado numerosas películas. En esta zona hay aparcamientos que cuestan entre 8-9$ el día entero los fines de semana.

Visitar Little Tokyo en Los Angeles

A menos de media hora andando de la zona de El Pueblo y atravesando la zona financiera de la ciudad nos encontramos con este pequeño reducto de Japón en Los Ángeles. Aquí encontraremos numerosos restaurantes japoneses y tiendas con productos importados de Japón de todo tipo, por lo que es un lugar estupendo para comer si os gusta la comida nipona. Si no se consigue aparcar en la zona de parquímetros (se pueden pagar con tarjeta de crédito o monedas de ¼ de dólar) aparcar es caro. Nosotros dejamos el coche en la zona de El Pueblo y bajamos andando.

Hollywood Walk of Fame

El paseo de la fama de Hollywood está en Hollywood Boulevard y nuestro primer apartamento estaba muy cerca. La zona es un poco cutre pero una visita imprescindible. En el paseo entre las calles N Orange Drive y N Highland Ave, está el famoso Teatro Chino y en la entrada están grabadas las huellas de las estrellas más famosas de Hollywood en placas de cemento.

Huellas célebres delante del Teatro Chino

Justo al lado se alza el Dolby Theater (antiguo Kodak Theater) donde se entregan los Oscars. Cuando visitamos esta zona estaban colocando la estrella de Cristopher Waltz y pudimos verlo junto a Tarantino, que hizo un discursito ensalzando al actor.

Tarantino presentando la estrella del Paseo de la Fama de Christopher Waltz.

Comprar entradas para Los Angeles Lakers

Si tenéis la suerte de viajar a Estados Unidos durante la temporada de la NBA, es recomendable ver un partido de baloncesto, incluso si los deportes no son lo vuestro, como en nuestro caso. La temporada de la NBA va de noviembre a mayo y las entradas se suelen poner a la venta a principios de octubre.

Estatua de Kareem Abdul Jabbar delante del estadio de los Lakers

Es imprescindible comprarlas con la mayor antelación posible ya que en los estadios importantes los asientos libres son escasos y los económicos aún más. De hecho, nosotros compramos antes las entradas para los Lakers antes que el billete de avión porque no nos quisimos arriesgar a quedarnos sin. Las compramos en TicketMaster y conseguimos cuatro asientos juntos en la grada superior por 30$ cada una. Lo bueno de TicketMaster es que al hacer la compra te envían las entradas por correo electrónico para imprimir. En el estadio no se permiten las cámaras de fotos y vídeo profesionales y con gran zoom, y en la entrada os darán la opción de dejarlas en consejería.

Let’s go Lakers!

Visitar Universal Studios Hollywood

Este es el único parque de atracciones dentro de Los Ángeles. La entrada cuesta 92$ y al comprarla nos dieron la opción de tener por el mismo precio el pase anual (con algunos días excluidos). Lo mejor para visitar Universal Studios es ir entre semana o, si se hace en domingo, ir a primera hora ya que la gente que tiene el pase anual suele ir a partir de las 12 del mediodía y el parque se pone imposible. Cuando visitéis Univesal Studios tened en cuenta que estáis visitando un parque de atracciones con temática de cine y que de los auténticos estudios de cine veréis poca cosa.

Para empezar, fuimos directos al Studio Tour, en el que te montas en un trenecito enorme que te lleva por diferentes secciones donde pueden verse algunos coches de películas, calles falsas del Far West, otra de Nueva York, un poblado mexicano donde simulan una inundación, el pueblo de Tiburón, un accidente dentro del metro de San Francisco y una atracción de King Kong en 3D. Lo que más me impactó de esta visita de una hora fue el set de La guerra de los mundos donde hay un avión real «estrellado» que se usó en el rodaje. El resto de atracciones del parque están cortadas por el mismo patrón: simuladores de 3D en los que parece que estás en una montaña rusa de los Simpson, que te has convertido en un minion y la lías parda o donde luchas junto a un transformer, y en todas irremediablemente acabas salpicado con unas gotas de agua.

Quizás las que más nos gustaron y se salen un poco de este patrón son la de La Momia, una montaña rusa real cubierta, y la de Jurassic Park, que es una atracción de agua y en la que obviamente en diciembre casi no había cola.

Espectáculo de Waterworld

También hay que destacar los espectáculos, que están muy bien, especialmente el de Waterworld y el de los efectos especiales. En general, la visita a Universal Studios nos decepcionó un poco porque casi todas las atracciones eran más de lo mismo y por el elevado precio de la entrada. Quizás también porque tengo el recuerdo de cuando fui al de Orlando en 2002, en el que las atracciones eran más diversas. También eran más cutres, pero tenían más encanto.

El DeLorean original de Regreso al futuro

Por cierto, aparcar en la zona más alejada situada en la entrada del CityWalk cuesta 16$. Se puede aparcar más cerca por 30$, pero no vale la pena.

Visitar los estudios de Warner Bros.

Aquí sí que realmente ves de cerca la magia del cine. Actualmente hay tres estudios de cine que organizan visitas: Sony Pictures, Paramount y Warner Bros. La de la Warner dicen que es de las mejores y a nosotros nos encantó, así que os la recomendamos. El estudio ofrece dos tipos de visitas: la Deluxe de cinco horas de duración (250$) y la VIP de dos horas de duración (40$).

Taquillas y punto de inicio de las visitas guiadas

La visita VIP empieza en algunos de los exteriores de los estudios donde se filman películas y series, que se transforman según sea necesario. Por ejemplo, vimos una arboleda cutre donde nunca hubiéramos dicho que se rodó una escena de persecución de Jurassic Parc y que se aprovechó para rodar la escena del paint-ball de The Big Bang Theory.

Set de rodaje de la nueva película de los hermanos Cohen: Hail, Caesar!

También visitamos el museo de los estudios, que actualmente alberga dos exposiciones: una con el 75 aniversario de Batman que incluye vestidos y artículos de todas las películas y otra de la saga Harry Potter. Allí te puedes poner el sombrero seleccionador y que te diga a qué casa perteneces. Yo soy de Gryffindor.

Exposición del 75 aniversario de Batman

También tuvimos la oportunidad de visitar el set de rodaje de El mentalista. Pocos días después lo desmontaron definitivamente porque el último episodio de la serie se había filmado la semana anterior a nuestra visita. Las exposiciones y el set de rodaje que se visitan pueden variar según el día.

Exposición sobre las películas de Harry Potter

Aparcar en los estudios de la Warner Bros. cuesta 7$ y se hace enfrente de las taquillas. En temporada alta es recomendable reservar la visita guiada en la web. Por cierto, si queréis ver la filmación de un show de televisión podéis conseguir entradas en On Camera Audiences y en TVTickets.com

En el Central Perk de Friends

Ver las casas de las estrellas de Hollywood

Sé que es una turistada, pero dejarse llevar durante un par de horas y que te enseñen las casas de los famosos y los puntos más emblemáticos de la ciudad también mola. Atención a los precios, porque aquí podéis regatear. El tour número uno de Starline Tours cuesta 48$, pero nosotros lo sacamos por 20$ porque otra empresa similar nos lo ofreció por ese precio. Al decirles eso nos igualaron el precio, así que es mucho mejor que lo contratéis allí. Los tours de Starline se pueden contratar en la taquilla que tienen en el mismo Teatro Chino. El guía espera una propina de entre 8-10$ por persona.

Rodeo Drive

Ver las vistas desde el observatorio del Griffith Park

Los Ángeles es una ciudad enorme y cuando conduces parece que nunca se acaba. Por eso, un buen lugar para ver las mejores vistas de la ciudad es ir al parque Griffith y subir a la terraza del observatorio (gratis). Desde aquí también puede verse el cartel de Hollywood. Además, el observatorio es famoso porque ahí se rodaron varias escenas de Rebelde sin causa. También tiene un planetario que es ideal para visitar si se viaja con niños (8$). Hay un aparcamiento gratuito en lo alto del observatorio, los fines de semana puede ser complicado encontrar plaza.

Vistas desde el Observatorio Griffith

Pasear por la costa entre Venice y Santa Mónica

A cuarenta minutos de Los Ángeles están las costeras y vecinas poblaciones de Venice Beach y Santa Mónica. Nosotros aparcamos el coche (gratis) cerca de la zona de los canales de Venice, una zona con casas muy monas que ha salido en muchas películas, como Historias de San Valentín.

Canales de Venice

De allí fuimos andando hasta Venice Beach, una zona con una gran concentración de deportistas de todo tipo y un poco esperpéntica. De hecho, esta zona no nos gustó mucho pero el paso por el litoral fue mejorando a medida que nos acercábamos a Santa Mónica.

Venice Beach es bastante esperpéntica, pero divertida.

Hicimos una parada en el camino para tomarnos un frapuccino (5$) en unas hamacas en la playa, en el Perry’s Cafe. De haberlo sabido, hubiéramos desayunado aquí porque todo tenía muy buena pinta. Seguimos caminando hasta llegar al mítico muelle de Santa Mónica. Aquí finaliza la famosa Ruta 66 y al final hay un parque de atracciones con una montaña rusa y una noria (6$ cada una).

Muelle de Santa Mónica

De allí caminamos hasta el centro de Santa Mónica para pasear por la Tercera avenida entre Broadway y Wilshire, una zona peatonal llena de tiendas y restaurantes. Para volver al coche, en lugar de caminar tomamos un taxi (20$). Nos tocó un taxista que casi no hablaba inglés y tuvimos que orientarle nosotros.

Atracciones al final del muelle de Santa Mónica

Ir al cine

En la meca del cine no podíamos dejar pasar la oportunidad de ir al cine. El séptimo arte se vive en casi todas las esquinas de Hollywood con carteles enormes que anuncian los últimos estrenos. Ir al cine en EE.UU. no es barato (12$), pero es toda una experiencia. Fuimos a un multisalas a ver Big Hero 6, que nos encantó. También quisimos despedirnos de la ciudad viendo Exodus en el mítico Teatro Chino, pero solo la hacían en 3D (19$) y pasamos.

En Venice descubrimos a James Franco promocionando su última peli.

Road-trip por la Costa Oeste de Estados Unidos

Al ser un viaje básicamente por carretera, decidimos entrar y salir por Los Ángeles, ya que los vuelos eran más baratos, igual que devolver el coche en el punto de inicio. Hicimos el viaje durante la primera quincena de diciembre, así que los días eran más cortos y se aprovechaban menos las visitas. Esta es la ruta que seguimos:

De Los Ángeles a Santa Bárbara, noche en Cambria (día 3)

Santa Bárbara es una bonita población costera con mucho encanto y donde hicimos nuestra primera parada de la ruta. Lo primero que hay que hacer es visitar la oficina de turismo para que os den información y un mapa de la ciudad. Dejamos el coche en la zona azul que hay delante de la oficina de turismo. Desde allí fuimos caminando hasta el puerto, donde comimos en el bar-café The Endless Summer, en uno de los pocos lugares en los que pudimos comer buen pescado durante el viaje sin ser muy caro.

Juzgados del condado de Santa Bárbara

Después volvimos al coche para aparcarlo en el aparcamiento público del centro de la ciudad (75 minutos gratis y luego 1’50$ por hora). Desde allí fuimos a pie hasta el edificio del juzgado del condado de Santa Bárbara. Mientras nos acercábamos, nos dimos cuenta de que este pueblo nos gustaba. La tranquilidad de las calles, las casas rodeadas de zonas ajardinadas y tal vez también la familiaridad de la arquitectura de los edificios, en su mayoría rematados con tejados de tejas rojas. Esto último se confirmó al entrar en el juzgado, porque es de estilo morisco, aunque se construyó en el siglo XX.

Sala de los murales

Vale la pena entrar para ver los murales de la primera planta, que representan la conquista española de la zona, pero también los techos decorados y la sala del juzgado, recubierta también de murales imponentes. Finalmente, se puede subir a la torre del reloj y contemplar Santa Bárbara desde las alturas. Y lo mejor de todo es que la entrada es gratis. Aun así, tuvimos suerte de poder ver el juzgado, porque cerraron poco después de que saliéramos.

En el mercado de Santa Bárbara es muy divino todo.

Luego fuimos paseando por las calles, consultando el mapa que nos habían dado en la oficina de turismo. Así llegamos a las puertas del Arlington Theater: un cine que más bien parece un patio de una casa mexicana. Toda la decoración está muy bien cuidada y curioseamos un poco por allí. Una de las empleadas nos aconsejó echar un vistazo al patio de butacas, aunque se estaba pasando una película en esos momentos, y nos sorprendió ver que estaba decorado como la plaza de un pueblo. Es la sala de cine más bonita que he visto en mi vida.

Cine con mucho encanto

Seguimos deambulando por Santa Bárbara, aunque ya había anochecido, y llegamos al Public Market. En este moderno mercado fashion inaugurado hace ocho meses atrás encontramos comida buena y bonita. Además, nos tomamos un helado. Porque en diciembre también se puede. Tras la visita a Santa Bárbara seguimos la ruta dos horas hasta Cambria, donde pasamos la noche para iniciar la ruta por la Pacific Highway 1 al día siguiente.

Al día siguiente nos esperaban estas vistas y mucho más.

Dónde dormir en la Pacific Highway 1: Motel Cambria Palms

Decidimos reservar habitaciones en el Motel Cambria Palms con Booking por 69$. Es el típico motel de carretera de las películas, pero las habitaciones tienen encanto y la cama fue de las más cómodas del viaje. No incluye desayuno, pero no fue ningún problema porque al fuimos hasta la zona histórica de Cambria y desayunamos en el encantador Linn’s unos huevos benedictinos (16$) y un caffe latte enorme (4$).

Habitación del Cambria Palms Motel

RUTA DEL DÍA (tiempo sin contar las paradas)

Los Ángeles – Santa Bárbara (90 millas / 144 km, 2 horas)
Santa Bárbara – Cambria (130 millas / 208 km, 2,30 horas)

Pacific Highway 1: de Cambria a San Francisco (día 4)

Ese día lo dedicamos a conducir por la carretera del pacífico que conecta Cambria con Monterrey. Como los días son más cortos en invierno y anochecía a las 16:30, decidimos no visitar el Hearts Castle para poder apreciar las bonitas vistas con la luz del día.

Tiendas con encanto en Cambria

La primera parada de la ruta la hicimos en Cambria, una población con mucho encanto y edificios de madera pintados de colores diversos cercana al motel donde dormimos. Desayunamos en el restaurante Linn’s, un restaurante-pastelería que es toda una institución en el pueblo. Después dimos un paseo por las dos calles principales del pueblo.

Desayuno de los campeones

Seguimos la ruta hasta el Elephant Seal Vista Point, un punto en la costa a 32 kilómetros de Cambria en el que pueden observarse cientos de elefantes marinos retozando en la arena. Un espectáculo digno de ver.

Elefantes marinos con mucha testosterona

Seguimos la ruta por el Big Sur disfrutando de la carretera y las vistas, que es la gracia de esta parte del viaje, aunque hicimos otra parada en el camino para hacer un sendero en el Julia Pfeiffer Burns State Park. En este bosque tuvimos el primer contacto con los redwood groves, árboles característicos de la zona que destacan por el color rojizo de su corteza. El principal atractivo de este bosque, además de hacer un bonito sendero de dos kilómetros, es ver la cascada de McWay la única en el estado que cae directamente en el mar.

Elefantes marinos más a gusto que un arbusto

Sin embargo, cuando llegamos había llovido abundantemente los días anteriores y el camino no estaba bien señalizado, así que no supimos encontrar la cascada. Además, se nos puso a llover a medio sendero y decidimos regresar al coche. Por cierto, hay que pagar para aparcar en el parque estatal. Cuesta 9$ y, si el guardia no está, se deja el dinero en un buzón.

Senderismo en el Julia Pfeiffer Burns State Park

Carmel-by-the-sea fue la parada final de nuestra ruta por la carretera del Pacífico. Este pueblo del que Clint Eastwood fue alcalde entre 1986 y 1988 tiene la gracia de tener casitas muy pintorescas. Algunas parecen salidas de un cuento de los hermanos Grimm. Primero fuimos a la oficina de comercio, que además hace de oficina de turismo, y pedimos un mapa de la zona e información sobre puntos de interés.

Casas con encanto en Carmel-by-the-sea

Luego comimos en el pub más emblemático de la ciudad, el Jack London, y después seguimos la ruta por la Scenic View, donde vimos las casas más chulas de la zona, aunque lo que más nos sorprendió fue el color turquesa del mar y el color blanquecino de la arena. Fue una lástima que se pusiera a llover, porque nos hubiéramos quedado un rato relajados tumbados en la playa.

Carmel Beach

RUTA DEL DÍA (tiempo sin contar las paradas)

Cambria – Elephant Seal Vista Point (20 millas / 32 km, 30 minutos)
Elephant Seal Vista Point – Julia Pfeiffer Burns State Park (48 millas / 77 km, 1,30 h)
Julia Pfeiffer Burns State Park – Carmel-by-the-sea (39 millas / 63 km, 1,15 h)
Carmel-by-the-sea – Berkeley (120 millas / 192 km, 3 h)

Qué ver en San Francisco en tres días (días 5, 7 y 8)

San Francisco fue la siguiente parada larga del viaje. Es la ciudad más europea y cosmopolita de California y con unas calles tan empinadas que hay que ser valiente para atreverse a conducir por ella.

El Golden Gate desde el Sterling Park

Dónde dormir en San Francisco (barato)

En cuanto al alojamiento, San Francisco es una de las ciudades más caras de California. Vimos que un hotel en condiciones no nos bajaba de 85€ la noche por pareja y a eso había que sumarle la problemática de aparcar el coche, que es casi imposible. Así que volvimos a alquilar un apartamento para los cuatro situado en las afueras con Air B&B. Optamos por Berkeley, ya que está a tan solo 30 minutos en tren del centro. Reservamos este apartamento situado en el bajo de una casa antigua en la zona de Ashby por 100€ la noche. El apartamento tenía dos habitaciones, un baño, un salón y cocina equipada. Sin embargo, la casa era bastante vieja y los enchufes se caían a cachos. De hecho, saltaron los plomos al enchufar el microondas y un secador a la vez, pero el precio estaba genial, se podía aparcar con facilidad en la calle y la propietaria era muy maja.

Una de las habitaciones del apartamento

Entrada a San Francisco por el puente de la bahía

El tráfico de entrada a San Francisco es caótico y hay que pagar 4$ de peaje para cruzar el puente de la bahía si se entra en día laborable fuera de hora punta, 6$ en hora punta y 5$ los fines de semana. Hay que ir con cuidado porque el carril de «Fastrak» es para los coches con Teletac. Si no tienes, hay que ir al carril de «Cash Only» (solo efectivo) o, si sois más de 3 personas en el coche, por el carril < 3 >  que suele ser un poco más rápido.

La entrada a San Francisco los días laborables es un poco caótica.

Visitar Chinatown en San Francisco

Dicen que es el barrio chino más importante de Estados Unidos y es verdad que al adentrarte en sus calles parece que has viajado a la otra punta del mundo. Aun así, aparte de callejear no hay mucho que hacer allí a menos que se quieran encontrar algunas gangas en electrónica o suvenires. Si visitáis el barrio y no encontráis aparcamiento en la calle, el parking más barato es de la plaza Portsmouth, que cuesta 3$ la hora.

Ver las casas victorianas

Las Painted Ladies son las típicas casas victorianas que se construyeron en la ciudad a finales del siglo XIX y principios del XX y se llaman así porque están pintadas de diferentes colores. Está situadas en los alrededores de Alamo Square Park y Duboce Av. Aparcamos en la calle porque allí se puede aparcar hasta dos horas gratis. Hay que fijarse en los carteles que indican qué día está prohibido aparcar por limpieza. Si dice que se puede aparcar un máximo de 1 o 2 horas, no excedáis ese límite porque, aunque no lo parezca, lo controlan.

Casas con regio encanto en las cercanías de Alamo Sq.

Zona de Castro

Es una de las zonas que más nos gustó de la ciudad y es conocido por su ambiente abierto. El distrito de Castro es conocido por tener una comunidad amplia de LGBT y fue el barrio donde salió electo el primer cargo público abiertamente homosexual. Harvey Milk luchó por los derechos del colectivo tal y como reflejan muchas placas y lugares conmemorativos que llevan su nombre.

Paso de peatones en el barrio de Castro

Aparcamos también en la calle durante dos horas y dimos una vuelta por el barrio que es muy chulo porque está lleno de tiendas y restaurantes. Comimos delante de un café situado en frente del teatro Castro: The Cove on Castro, una cafetería que servía brunch y hamburguesas y que estaba frecuentada por autóctonos. No os perdáis las curly fries, porque están superbuenas.

Curly fries… ¡ñam!

Excursión a la prisión de Alcatraz y el muelle 39

Aparcar en la zona de los muelles es muy caro. Lo más barato que vimos fue un aparcamiento delante del museo de ciencias donde las 4 primeras horas costaban 5$ cada una, pero lo normal son 3$ cada 20 minutos (12$/hora). Así que optamos por ir en transporte público desde Berkeley hasta San Francisco con el BART, un metro que conecta las poblaciones periféricas con el centro. Aparcamos gratis en las inmediaciones de estación de Ashby y de allí a la gran ciudad nos costó 3,75$. Hay que comprar el billete con la cantidad exacta, ya que la tarjeta que venden no es un billete sencillo, sino una tarjeta monedero en la que se suma el saldo y se va gastando según se consume.

Llegando a Alcatraz.

La entrada para la visita a Alcatraz se puede comprar por internet y vale 30$, excepto la nocturna, que cuesta 37,50 $. La visita es interesante y vale la pena dedicarle 4 horas para hacer las actividades gratuitas que incluye. Para vivir Alcatraz con calma, lo mejor es ir en el primer barco que zarpa a las 8:45 h. Para disfrutar de las espectaculares vistas nocturnas de San Francisco, lo mejor es el tour nocturno (el horario varía si es verano o invierno).

Las instalaciones médicas de Alcatraz servirían para rodar una película de terror…

El Pier 39 es la zona más turística de la ciudad y parece un centro comercial. Está lleno de restaurantes y tiendas monas. Además, al final de todo del muelle se puede ver una colonia de leones marinos. Si visitáis el muelle no podéis dejar de comer la clam chowders, una crema de almejas que se sirve dentro de un pan y que es un plato muy típico.

Al final del muelle 39 podemos ver una colonia de leones marinos.

Comer chocolate en la cafetería de Ghirardelli. Este chocolatero de origen italiano se afincó en San Francisco y creó un imperio del chocolate. Al final de la zona de restaurantes del muelle 39 encontramos la Ghirardelli Square, un complejo de tiendas y restauración donde no podéis dejar de visitar la chocolatería Ghirardelli y tomaros una enorme copa de helado (11$).

El mítico Fisherman’s Wharf

Visitar Mission District

De Ghirardelli Square tomamos un taxi hasta Mission District (20$ hasta Valencia con 16th). Este es uno de los barrios más de moda de la ciudad y lo mejor es recorrer la calle Valencia desde la 16th hasta la 22th y descubrir los callejones llenos de arte callejero. También es una zona llena de muchos restaurantes monos y tiendas muy curiosas.

Arte callejero en el barrio de Mission

Zona comercial de Union District

Es la zona comercial de la ciudad que aglutina todas las tiendas de las marcas más famosas en pocos metros cuadrados: GAP, Uniqlo, Desigual, Macy’s, etc.. Aquí aprovechamos para cenar en el Bangkok noodles & Thai BBQ (Powell 110). Un pequeño restaurante tailandés de aspecto un poco cutre, pero que sirve una comida deliciosa a muy buen precio.

Como Union Sq es más soso, os pongo otra foto de Mission District.

Contemplar las vistas desde Twin Peaks

El último día en San Francisco subimos con el coche hasta el mirador de Twin Peaks. El aparcamiento allí es gratuito, aunque en temporada alta puede ser complicado aparcar. Las vistas son impresionantes.

Vistas del centro de San Francisco desde el mirador de Twin Peaks

Admirar el Golden Gate desde Port Baker

Tras la visita a Twin Peaks, volvimos a cruzar el Golden Gate con el coche y bajamos de nuevo hasta Fort Baker, pero esta vez de día, para contemplar el puente en todo su esplendor.

Vistas del Golden Gate desde Port Baker

Excursión a Sausalito

Tras la parada  en Port Baker fuimos hasta Sausalito, un pueblo bonito y turístico, aunque lo mejor está en las afueras: las casas flotantes distribuidas en un par de muelles. Lo malo es que en la zona está prohibido aparcar. Se puede aparcar gratis en el aparcamiento de la maqueta de la bahía e ir andando desde allí. Recomendación para desayunar o comer: El Lighthouse Cafè (cierran a las 15h).

Casas «flotantes» a las afueras de Sausalito durante la marea baja

Excursión a Napa y Sonoma Valley desde San Francisco (día 6)

Dedicamos un día de nuestra estancia en San Francisco a visitar la zona vinícola del norte de California. Salimos de Berkeley cruzando el puente de San Rafael. Para cruzarlo en dirección norte hay que pagar 5$ de peaje en efectivo o con Teletac (si el coche lo tiene activado). Esta zona está a una hora de San Francisco y decidimos empezar la visita en Sonoma.

Como nos cayó el diluvio universal, las fotos no hacen justicia a Sonoma.

Sonoma es una población histórica que aún conserva algunos edificios del pasado mexicano de California. La zona de la plaza central es muy bonita y en el parque está la oficina de turismo de la zona. Allí os darán mucha información sobre qué visitar y hacer.

Entrada a las bodegas Coppola

La empleada de la oficina de información nos recomendó seguir la carretera 12 hasta Glen Ellen, otro pequeño pueblo con encanto de la zona. Por desgracia, llovía tanto que no pudimos bajar del coche. Así que fuimos a nuestro destino principal del día: la Coppola Winery.

Exposición con objetos de la película Drácula

Como este era un viaje de película, los únicos viñedos que queríamos visitar eran los que el cineasta Francis Ford Coppola tiene en la zona vinícola de Alexander Valley. La visita es diferente a la que podemos hacer en otros viñedos, ya que la zona abierta al público está más pensada como un resort del vino: con una piscina abierta a los visitantes (en verano), un restaurante, una tienda y un museo con objetos de las películas de Coppola.

Cuatro de los Oscars ganados por Coppola, el quinto estaba cedido temporalmente.

El restaurante Rustic está muy bien y os recomendamos que comáis allí uno de sus platos de pasta (los rigatonis con albóndigas están superbuenos) acompañado de uno de sus vinos. Nosotros tomamos el pinot noir Gia, que lleva el nombre de la nieta del director y fue ella misma quien eligió el diseño de la botella.

Rigatoni con albóndigas ¡Ñam, ñam!

Después de la comida hicimos una cata de vinos en el Gallerie Bar, donde un experto nos fue explicado los detalles de los vinos que probamos. Hicimos la Neighbors Flight, una cata de cuatro vinos que nos costó 20$. Si sois un poco aficionados al cine, el pequeño museo os encantará. Allí podemos ver los cinco Oscars del director, el escritorio de El padrino, el coche de Tucker y objetos de Drácula y Apocalypse Now.

El Director’s Cut Cabernet Sauvignon estaba realmente bueno.

Después tomamos la carretera 128 hasta la pintoresca población de Santa Helena. Ese tramo fue muy bonito porque fuimos viendo los viñedos de hojas doradas a ambos lados. Al llegar a Santa Helena ya había caído la noche, pero aun así pudimos pasear un poco por la calle principal. Si vais en verano, con más horas de sol que nosotros, vale la pena visitar también Calistoga y Yountville.

Atardecer entre viñedos en Alexander’s Valley

RUTA DEL DÍA (tiempo sin contar las paradas)

Berkeley – Sonoma (44 millas / 70 km, 1,15 h)
Sonoma – Glen Ellen (8 millas / 13 km, 20 minutos)
Glen Ellen – Francis Ford Coppola Winery (35 millas / 56 km, 1 h)
Francis Ford Coppola Winery – Santa Helena (32 millas / 52 km, 45 minutos)
Santa Helena – Berkeley (56 millas / 90 kilómetros, 1,30 h)

La fiebre del oro: California Gold Rush Route 49 (día 9)

A dos horas y media en coche de San Francisco está el denominado condado del Oro. Siguiendo la carretera 49 desde Sierra County hasta Oakhurst encontraremos varios pueblos con encanto de la época del Far West. Por falta de tiempo y horas de sol, nos centramos en visitar el Columbia State Historic Park (gratis), un pueblo histórico de 1850 que se mantiene como antaño y que es parte de los parques de California.

Diligencia de Wells Fargo en el Columbia Historic State Park

A las 11 de la mañana hacen visitas guiadas gratuitas donde se explica la historia del pueblo que se formó tras descubrirse oro en 1850. Es curioso ver a todos los vendedores de las tiendas vestidos de la época y hay que visitar la tienda de caramelos (hacen demostraciones de cómo se hacen caramelos de forma tradicional), la escuela y el cementerio (en las afueras del pueblo). Para terminar: una auténtica zarzaparrilla en el saloon.

Tienda de caramelos

En el Columbia State Park estuvimos unas 3 horas y media y después fuimos a Sonora a comer. Sonora también mantiene un poco el encanto del lejano oeste, pero al ser una población habitada, se nota que ha evolucionado con los tiempos. La calle principal de Sonora tiene muchas tiendas y restaurantes. El tailandés no está nada mal.

En el cementerio de Columbia hay tumbas de 1850.

Tras la comida nos dirigimos a Jamestown, un pueblo que también es conocido por su encanto del lejano oeste y que tiene a las afueras el Jamestown Railtown 1897 State Historic Park. La sorpresa fue que ese día se hacían trayectos en el Polar Express (45$ segunda clase) y vimos un montón de adultos y niños haciendo cola en pijama para recrear la película. Además, vimos la locomotora que se usó para rodar Regreso al futuro III y pudimos subirnos y ver la caldera en marcha.

Locomotora de Regreso al Futuro III en la estación de Jamestown

Este museo (5$) vale la pena, ya que podemos ver una estación de tren de la época y diversos trenes antiguos dispuestos en los hangares. Aquí también se han rodado escenas de películas como Solo ante el peligro.

Vagones con historia en el museo

Dónde dormir en Jamestown

Pasamos la noche en Jamestown, en el hotel Royal Carriage Inn (75$). El hotel es un edifico antiguo adaptado y la habitación estaba muy bien aunque el desayuno era muy básico. Cenamos en el cercano Willow Steakhouse atraídos por la leyenda del fantasma que mora en él. El restaurante es bastante sombrío y tiene ambiente antiguo, pero lo único terrorífico que encontramos fue la fondue de queso (no la pidáis). Sin embargo, como su nombre indica es un restaurante de carne y los bistecs y entrecots estaban muy bien.

RUTA DEL DÍA (tiempo sin contar las paradas)

Berkeley – Columbia State Historic Park (128 millas / 205 km, 2,45 h)
Columbia State Historic Park – Sonora (15 millas / 24 km, 15 minutos)
Sonora – Jamestown (4 millas / 6,5 km, 10 minutos)

Visita a Yosemite National Park (día 10)

A una hora y media de Jamestown se encuentra la entrada al parque nacional de Yosemite. Antes de llegar, paramos en el pueblo de Groveland para pedir información en la oficina del parque y, además, repostar gasolina. Es muy recomendable llenar el depósito allí porque en el parque hay pocas gasolineras y los precios son muy elevados. En la oficina de información del parque nos informaron de qué carreteras estaban abiertas en invierno y qué podíamos visitar en un día. Nos centramos en visitar la zona del Valle de Yosemite, que es la más representativa y está abierta en invierno.

Entrada al parque nacional de Yosemite

La entrada a Yosemite NP cuesta 20$ por coche y es válida durante siete días. En la entrada de los parques nacionales te dan una especie de periódico con información de los servicios del parque, actividades que ofrecen los rangers (algunas gratis) y puntos de interés.

Bridal Falls

Hicimos la primera parada en Bridal Falls. Caminamos unos 15 minutos hasta el mirador de la cascada. Por suerte, toda la lluvia de San Francisco sirvió para que cayera un poco de agua por la cascada, porque hasta una semana antes estaba seca. Más tarde, conducimos hasta Yosemite Valley para ir hasta el Swinging Bridge y ver las Yosemite Falls desde allí. El puente es el inicio de un sendero muy bonito, pero por falta de tiempo decidimos no hacerlo.

Swinging Bridge

Más tarde fuimos a Curry Village y dejamos el coche en el aparcamiento para ir hasta Mirror Lake. Desde el aparcamiento pasa un bus del parque que te acerca cada 30 minutos a diversos puntos de inicio de rutas. Nosotros fuimos andando todo el camino. Tardamos una hora y cuarto desde el aparcamiento hasta el lago y lo mismo al volver. El Mirror Lake es muy bonito ya que, como el nombre indica, se ven las montañas reflejadas en el lago, pero por culpa de la sequía el lago era muy pequeño.

Yosemite Falls desde el Swinging Bridge

En la zona de Yosemite Valley hay algunos servicios de cafetería y restauración, pero tampoco hay mucha oferta, especialmente en invierno.

Mirror Lake

Al salir del parque en dirección a Fresno paramos en el Tunnel View para ver las vistas. Desde aquí se puede divisar El Capitán. Desde allí hay una hora hasta el bosque de secuoyas de Mariposa Grove. En este bosque podemos ver secuoyas gigantes siguiendo un itinerario de 4 millas (6,4km) a pie. El problema es que cuando llegamos allí ya estaba anocheciendo (a las 4:30 en diciembre) y no lo pudimos ver todo.

El Capitán en el extremo izquierdo y el Half Dome en el centro de la imagen

A la salida del parque paramos a comer-cenar en el restaurante Jackalopes Bar del hotel Tenaya Lodge, un resort de montaña muy chulo en el que lamentamos no alojarnos. Comimos hamburguesas deliciosas y de tamaño descomunal (15$ cada una). Tras la comida seguimos la ruta en dirección a Kings Canyon NY y Sequoia NP, nuestro siguiente destino.

La noche cae en Mariposa Grove y queda una foto muy «Crepúsculo»…

Esa noche no teníamos nada reservado porque pensamos que sería fácil encontrar un motel de carretera. Pero después de Fresno casi no hay nada, a partir de las ocho de la tarde todo cierra y a las nueve está todo desierto. Finalmente, en Squaw Valley encontramos una gasolinera con dispensador de autoservicio. También había un motel al lado, aunque había leído críticas demoledoras de ese motel antes de ir y decidimos probar suerte más adelante.

La habitación del motel no estaba mal y no apareció Norman Bates.

Afortunadamente, unos kilómetros después encontramos un motel de carretera junto a un bar que estaba a punto de cerrar. El Gena’s Sierra Inn tenía un par de habitaciones disponibles por 70$ la noche (sin desayuno ni wifi, pero limpio). Una mujer que parecía salida de la peli Winter’s Bone regentaba el bar y nos dejó ver la habitación antes de decidir si nos quedábamos. Más adelante hay otro motel: el Cyngis Snowline Lodge, que tiene muy buenas críticas, pero no tienen web y no nos quisimos arriesgar a que estuviera lleno o cerrado.

Motel Sierra Inn cerca de la entrada del Kings Canyon NP

RUTA DEL DÍA (tiempo sin contar las paradas)

Jamestown – Yosemite Village (72 millas / 115 km, 2 horas)
Yosemite Village – Tenaya Lodge (35 millas / 56 km, 1:30 h)
Tenaya Lodge – Gena’s Sierra Inn (96 millas / 155 km, 2:15 h)

Kings Canyon y Sequoia National Park (día 11)

Una de las pocas cosas positivas que tenía el alojamiento del día anterior es que estaba a apenas 20 minutos de la entrada a estos dos parques nacionales. La entrada al Kings Canyon y Sequoia National Park cuesta 20$ (entrada conjunta para los dos parques) por coche y tiene una validez de siete días. Como ese día iba a ser muy largo y acabaríamos durmiendo en Las Vegas, decidimos visitar solamente las dos secuoyas más importantes del país: el General Grant Tree y el General Sherman Tree. Sin embargo, no os penséis que estas dos visitas se hacen en poco tiempo.

El árbol General Grant está en el Kings Canyon NP, a unos quince minutos en coche de la entrada del parque. Este árbol está considerado el árbol de Navidad de toda la nación y es el tercer árbol más grande del planeta. Desde allí fuimos en coche a ver el árbol General Sherman, el árbol más alto del mundo que está en el Sequoia National Park.

¿Veis a Xavi en la foto?

De un árbol a otro hay una hora en coche por los dos parques. El General Sherman Tree está situado en el Giant Forest y para visitarlo se sigue un sendero muy bien señalizado que recorre el bosque. Si se accede desde Kings Canyon es muy fácil pasarse el desvío del aparcamiento, así que estad atentos.

Luego decidimos poner rumbo hacia Las Vegas, pero desde ese punto hasta la salida oficial del parque nacional tardamos más de una hora por una carretera llena de curvas. Desde allí hasta Las Vegas tardamos unas ocho horas más que se nos hicieron un poco pesadas y acabamos llegando a la ciudad de los casinos a las diez de la noche.

Dentro de un árbol, ¡qué cosas!

Pase anual para los parques nacionales de Estados Unidos

Si durante vuestra estancia en Estados Unidos tenéis previsto visitar varios parques nacionales, os saldrá a cuenta sacaros el pase anual. El pase es nominal pero es válido para el portador y tres acompañantes en el mismo vehículo. Tiene un coste de 80$ y una validez de un año. Se puede adquirir en esta página web.

RUTA DEL DÍA (tiempo sin contar las paradas)

Gena’s Sierra Inn – General Grant Tree (19 millas /30,4 km – 45 minutos)
General Grant Tree – General Sherman Tree (30 millas / 48 km, 1 h)
General Sherman Tree – Eastside Cannery Casino Hotel Las Vegas (400 millas / 640 km, 8h)

Las Vegas en un día (día 12)

Durante este viaje pasamos dos noches y un día entero en Las Vegas. La ciudad es famosa por sus casinos y por ser el mayor centro de entretenimiento para adultos de Estados Unidos porque es imposible aburrirse. Hay mucho que hacer, y podéis tomar buena cuenta en 50 cosas que ver y hacer en Las Vegas de LegaTraveller. Aunque si os tenemos que ser sinceros, a nosotros no nos gustó mucho.

Bienvenidos a la fabulosa Las Vegas

Al pasar solo un día en la ciudad decidimos visitar lo básico. Por la mañana nos fuimos hasta el Strip (Las Vegas Boulevard) para pasear un poco por esta avenida y ver los casinos de día. Los casinos de esta zona son bastante espectaculares, pero de día pierden un poco. Al mediodía nos dirigimos hacia la zona de Fremont Street. Allí están los casinos más históricos de la ciudad y a unos 15 minutos andando se alza el museo del neón.

Obviamente este es el hotel New York, New York.

El Neon Boneyard o Neon Museum (cementerio del neón o museo del neón) se inauguró hace unos años para intentar conservar los carteles de neón históricos de la ciudad. En el museo podemos encontrar carteles de neón míticos como el del casino Sahara, Golden Nugget o del Stardust. El museo tiene algunos carteles restaurados, pero el resto están todavía como si fuera un desguace. Las visitas son guiadas y duran una hora. La visita diurna cuesta 18$ y la nocturna, 25$.

Aquí es donde los neones vienen a morir…

Tras la visita al museo fuimos a ver la mítica Fremont Street, una calle cubierta con un vídeo-techo de casi 500 metros de largo. A partir de las 6 de la tarde (a las 8 en verano) el techo se pone en marcha con un espectáculo de luz y sonido que anima esta zona de la ciudad. Los casinos que hay aquí son vintage total y personalmente me gustaron mucho, aunque su interior fuera igual de decadente que el resto.

Pantallote para atraer a la gente a Fremont Street

Tras la visita al Fremont Street nos desplazamos hasta Las Vegas Boulevard (Strip) para ver la mítica ciudad en acción. Ir con coche en Las Vegas no es problema ya que en todos los casinos grandes se puede aparcar gratis (os tenéis que dirigir a la entrada Self-Parking).

Y obviamente esto es el hotel Paris Las Vegas…

Nosotros empezamos la visita aparcando en el Circus-Circus, un hotel con temática circense bastante cutre. Entramos para ver uno de los espectáculos, pero el interior de los casinos es tan ruidoso y agobiante que ya no visitamos casi ninguno más por dentro.

Malabares en el hotel Circus-Circus

Desde el Circus Circus hasta el Mandalay Bay hay unas 5 millas (8 kilómetros) y poco a poco fuimos andando de un extremo al otro. Lo que más nos impactó fue el espectáculo del volcán del Treasure Island, el espectáculo de las fuentes del Bellagio (a lo Ocean’s Eleven), las góndolas del Venetian, la torre Eiffel del hotel Paris Las Vegas, la montaña rusa del hotel New York, New York y el mega Exin Castillos que es el Excalibur Hotel.

Góndolas dentro de un hotel. En Las Vegas puedes dar la vuelta al mundo sin salir de la ciudad…

Llegamos andando hasta el Luxor y tardamos unas dos horas en total. Nos quedó la espinita de llegar al Mandalay Bay y hacernos las fotos con el cartel original de «Welcome to Fabulous Las Vegas», pero estábamos destrozados, así que, como había un cartel igual delante de nuestro hotel, nos hicimos la foto allí.

Viendo el espectáculo de las fuentes del Bellagio a lo Ocean’s Eleven.

Dónde dormir en Las Vegas

Para una estancia de pocos días, os recomendamos alojaros en el Strip porque así estáis en el meollo y no perderéis tiempo con el coche arriba y abajo. Y es que, aunque no lo parezca, Las Vegas es una ciudad enorme de casi dos millones de habitantes. Al planificar el viaje es importante que visitéis Las Vegas entre semana, ya que los hoteles serán más baratos. También tenéis que mirar la letra pequeña al hacer la reserva porque en los hoteles del Strip hay que pagar un suplemento de resort que va de 12$ a 40$ por noche, además del 12% de impuestos que no incluye el precio.

Por ubicación y precio os recomendamos el Treasure Island (desde 76€ la noche), el New York New York (desde 80€ la noche), el MGM Grand (desde 116€ noche), el Luxor (desde 106€ la noche) o el Excalibur (desde 33€ la noche). No nos hemos alojado en ninguno de ellos, pero lo haremos sin dudarlo si algún día volvemos a Las Vegas.

La habitación del hotel Eastside Cannery estaba muy bien.

Nosotros nos alojamos en el hotel Eastside Cannery, un cuatro estrellas que está a veinte minutos en coche de Las Vegas Boulevard. La habitación fue de las mejores del viaje y solo nos costó 50$ por noche con impuestos incluidos (aquí no hay que pagar la tasa de resort). Además, cada día nos dieron un vale para un café gratuito en el puesto de Starbucks del hotel y una copa de vino o una cerveza gratis. Lo negativo es que está lejos del centro. Si solo vais a pasar una noche, lo mejor es alojarse en todo el meollo, pero para estancias largas este hotel está genial.

Atención: entrar en un casino es fácil, pero al cabo de un rato te preguntas cómo narices se sale de allí…

Presa Hoover, Ruta 66 y el Gran Cañón (día 12)

Ese día madrugamos porque el objetivo era llegar al Gran Cañón al mediodía para poder ver el atardecer (y en invierno el atardecer empieza a las cinco). Si no se hacen paradas, de Las Vegas al Gran Cañón hay cinco horas, pero nosotros queríamos aprovechar para hacer también algunas visitas.

La primera que hicimos fue en la presa Hoover, que se construyó a principios del siglo XX en estilo art decó y contiene el curso del río Colorado. La presa es la frontera natural entre Arizona y Nevada, y se pueden hacer visitas guiadas. Es recomendable ir a primera hora del día para poder aparcar en uno de los espacios gratuitos y así evitar los atascos que se producen, ya que la presa no tiene salida y al final de todo hay que dar media vuelta para salir y poder volver a tomar la autopista. Por otro lado, hay un aparcamiento de pago en el área de servicios.

La presa Hoover

No hicimos la visita guiada por falta de tiempo ya que desde allí volvimos a tomar la autopista hasta el pueblo de Kingman y luego salimos de la autopista para tomar la mítica Ruta 66. Esta es una de las carreteras más famosas del mundo y, a pesar de que actualmente apenas es transitada, quisimos recorrer un tramo. Os recomendamos que en Kingman llenéis el depósito porque a partir de allí hay un buen tramo de carretera sin nada (90 millas). Es lo bueno y lo malo de este tramo de la ruta 66: pasas por pueblos casi fantasmas que quedaron abandonados una vez la autopista le robó todo el tráfico a la carretera nacional.

Aun así, fue chulo ir por un terreno tan árido. Se nos cruzaron las bolas de paja típicas de las películas del oeste, vimos los anuncios de Burma Shave y disfrutamos conduciendo. Al llegar a Seligman paramos en el Lilo’s Café por recomendación de Roser Goula. En este restaurante hacen hamburguesas muy buenas y parece salido de una película. Por el contrario, NO paréis a comer en el Subway de Seligman. A la vuelta paramos allí para comer algo rápido, pero el personal era muy desagradable y la comida tenía una pinta de acabar intoxicándote que no veas. Desde Seligman retomamos el camino hasta el Gran Cañón por la autopista. Como en Arizona es una hora menos que en Nevada, ganamos una hora de tiempo y acabamos llegando al mediodía, justo un par de horas antes de la puesta de sol.

Interior del Lilo’s Cafe en Seligman

RUTA DEL DÍA (tiempo sin contar las paradas)

Hotel Eastside Cannery, LV – Presa Hoover (30 millas / 48 km, 50 minutos)
Presa Hoover – Kingman (76 millas / 122 km, 1:30 h)
Kingman – Seligman (90 millas / 145 km, 2 horas)
Seligman – Grand Canyon (98 millas / 160 km, 1:50 h)

Que ver y hacer en el Gran Cañón (tarde del día 12 y mañana del 13)

Visitar los miradores del South Rim

La entrada al Grand Canyon NP cuesta 25$ por coche y tiene una validez de siete días. Al ser invierno solo pudimos visitar la parte sur del cañón (South Rim), ya que el North Rim está cerrado. En la taquilla de entrada nos dieron el periódico informativo del parque con la situación de los miradores. Antes de nada aparcamos el coche en el Grand Canyon Visitors Center y fuimos andando hasta el mirador de Mather Point.

Entrada al Gran Cañón desde Tusayan

Al llegar nos llevamos una sorpresa y es que ese día gran parte del cañón estaba cubierto de nubes (al estilo volcán Bromo en Indonesia). Parece ser que fue uno de esos acontecimientos meteorológicos que se dan solo una vez cada muchos años y fuimos testigos de ello, aunque por otro lado las nubes no nos dejaban ver bien el cañón.

Gran Cañón cubierto de nubes

Más tarde tomamos uno de los autobuses gratuitos del parque para ir a Yaki Point y ver la puesta de sol. Desde allí poco a poco se fueron disipando las nubes y pudimos disfrutar de la magnificencia del cañón, aunque la puesta de sol fue un poco chasco, ya que no vimos muchos colores rojizos. De todos modos, las vistas valen mucho la pena.

Vistas desde el mirador de Yaki Point

Al día siguiente nos levantamos pronto para ver el amanecer. Nuestra intención era ir al mirador Desert View, pero como estaba a casi una hora de la entrada de Tusayan, no nos dio tiempo de llegar. Así que volvimos al mirador de Mather Point y a las siete de la mañana ya había bastante gente con las cámaras preparadas. Sin embargo, la salida de sol también fue un poco decepcionante, quizás porque en invierno la luz es muy tenue.

Amanecer en Mather Point

Sea como sea, es algo que no se hace todos los días, así que lo disfrutamos igual. Después regresamos al hotel para desayunar y hacer el check-out. A las 9:30 horas teníamos que estar en el aeropuerto de Tusayan para hacer un vuelo panorámico en helicóptero (que os detallo más adelante). Tras el vuelo panorámico volvimos al Gran Cañón con el coche para explorar otras zonas del parque y llegar hasta el mirador de Desert View.

Desde la entrada del parque en Tusayan hasta allí hay casi una hora en coche, pero podéis ir haciendo paradas por los diferentes miradores que hay en la carretera Desert View Drive. El mirador de Desert View en nuestra opinión es de los mejores del South Rim. Las vistas desde allí son impresionantes y, además, podéis subir gratuitamente a la watchtower, una torre de vigilancia construida en 1932 como réplica de una torre prehistórica, desde donde se pueden contemplar unas vistas alucinantes del cañón. Cerca de Desert View también hay las ruinas del antiguo pueblo Tuyasan y un museo que expone diversos objetos encontrados en la excavación.

Senderismo en el Gran Cañón del Colorado

En el sentido opuesto de Desert View, en el lado oeste del South Rim, se encuentra el Bright Angel Trail, un sendero que desciende hasta el río Colorado, en el fondo del Cañón. Creemos que lo más complicado de este sendero es su longitud, ya que no es posible bajar al río y subirlo en el mismo día. Nosotros hicimos un pequeño tramo, ya que no llevábamos el calzado adecuado y ni teníamos tiempo suficiente. También hay otros senderos mucho más asequibles y hacer senderismo es una manera increíble de disfrutar del cañón. Podéis encontrar la info en este enlace.

Vuelo panorámico en helicóptero por el Gran Cañón 

Esta es una actividad muy recomendable al visitar el Gran Cañón, porque uno solo puede apreciar de veras la grandiosidad de este accidente geográfico desde el aire. Tras informarnos sobre las dos compañías que operan en el aeropuerto de Tusayan, nos decantamos por contratar el vuelo panorámico de una hora con Papillon Helicopters.

La ruta roja es de una hora y la lila de 30 minutos.

El vuelo nos costó 249$ por persona y, si pagas 50$ extras por persona, puedes reservar los dos asientos delanteros. Por desgracia, al llegar nos informaron de que por culpa del fuerte viento que hacía ese día, solo podíamos hacer el vuelo de 30 minutos que sobrevuela la parte oeste del cañón, aunque nos devolverían la diferencia de precio. Si se reserva con tiempo, este vuelo de 30 minutos cuesta 159$ y siempre sale mucho más barato si lo contratáis en la web con antelación que en el aeropuerto el mismo día.

El Gran Cañón y el río Colorado desde el aire

Ir al Imax de Tusayan

El pequeño pueblo de Tusayan tiene varios restaurantes, hoteles, el aeropuerto de los vuelos panorámicos y hasta un cine IMAX. Como en una gasolinera nos habían dado un vale de descuento del 50%, aprovechamos para ver la película (14$ sin el descuento), que dura 40 minutos y explica un poquito la historia del cañón. Las imágenes aéreas en pantalla IMAX son espectaculares.

Dónde dormir en el Gran Cañón (South Rim)

Dudamos un poco sobre dónde alojarnos. Estuvimos mirando el Bright Angel Lodge para poder dormir dentro del parque nacional, pero Adela y Raúl de Callejeando por el Planeta nos comentaron que al anochecer todo cierra menos los hoteles. Así que decidimos quedarnos en un hotel del pueblo de Tusayan y fue una buena idea. Finalmente reservamos en el Best Western Premier Grand Canyon Squire. La habitación doble con desayuno nos costó 88$ y la habitación estaba muy bien. El hotel tiene restaurante, bar y salón de juegos con bolera. Además, cerca del hotel hay varios restaurantes, incluidos un McDonald’s y un Pizza Hut.

Ruta de vuelta a Los Angeles desde el Gran Cañón

Dejamos el Gran Cañón sobre las dos del mediodía y pusimos rumbo directo a Los Ángeles parando solo para repostar gasolina y comer rápidamente. Tardamos aproximadamente unas nueve horas en llegar y por el camino nos cayó una tormenta épica. Por si fuera poco, en la zona de Fresno había tanta niebla que no se veía casi nada.

Datos de Interés

Restaurantes, compras y propinas

Por norma general, en los restaurantes, tiendas, hoteles y servicios, los precios no incluyen los impuestos. Por eso, a la cuenta hay que añadir un 8,75% de IVA y en los restaurantes, además, la propina. Cuando os den la cuenta veréis que habitualmente ya os indica el tanto por ciento que os sugieren dejar según el agrado del servicio, que suele ser entre un 18% y un 22%. Los taxistas también esperan una propina similar.

Por otro lado, en los restaurantes se puede pedir tap water para beber agua del grifo gratis muy tranquilamente. Además, no en todos los restaurantes o cafeterías sirven bebidas alcohólicas, solo en los locales con un permiso especial, así que es normal que no tengan cerveza en una cafetería o en un restaurante pequeño. Si queréis pedir un café con leche al estilo español tenéis que pedir un latte. Si pedís café sin más, os darán café americano con un chorrito de leche y eso está malísimo.

Cuánto cuesta la gasolina en California

El precio que pagamos más o menos en noviembre de 2014 era de 2,30$ el galón (3,78 litros). Llenar el depósito nos costaba unos 35$ y nos permitía recorrer unas 310 millas (500 km). La gasolina era más barata en Nevada y Arizona, mientras que en Los Ángeles podía llegar a costar más de 3$ por galón, pero se podían encontrar gasolineras más baratas. Es recomendable llenar el depósito antes de entrar en los parques nacionales porque allí no abunda la gasolina y la poca que hay se paga a precio de oro: llegamos a verla a 4,50$ en Yosemite. Nuestro coche funcionaba con gasolina y poníamos la más barata, la Regular Gas. Si queréis ver qué precios tiene actualmente la gasolina en California, podéis consultar esta web.

Presupuesto del viaje por la costa oeste de Estados Unidos

Este es un dato que nos ha preguntado mucha gente. Estados Unidos no es un país barato, sobre todo el alojamiento en Los Ángeles y San Francisco, que es muy caro. El secreto para hacer un viaje económico ha sido ir con dos amigos más y así dividir muchos gastos entre los cuatro. En total, el viaje contando avión (595€), alquiler del coche (95€/persona) y alojamiento (485€/persona) nos ha costado a cada uno 1175€. Luego hay que sumar también las comidas, la gasolina y las actividades que hemos hecho.

Vuelo de Barcelona a Los Ángeles (vía Miami): La odisea

Compramos el vuelo en la web de Iberia con dos meses de antelación y nos costó 585€ (con escala en Miami). El vuelo estaba operado por American Airlines y salió de Barcelona con más de dos horas de retraso. Fuimos al mostrador de venta de American Airlines para preguntar si teníamos derecho a una compensación y, a pesar de que se dan a partir de las tres horas de retraso, finalmente nos dieron 17€ por persona para poder comer en el aeropuerto durante la espera. Además, tuvieron la amabilidad de reservarnos 4 plazas en el siguiente vuelo a Los Ángeles en caso de que perdiéramos la conexión. Sin embargo, el avión que nos llevó de Barcelona a Miami fue uno de los peores en los que hemos volado, sin entretenimiento personalizado y con pantallas de televisión retro (de las de tubo).

Esperando cuatro plazas libres para volar a Los Ángeles.

El gran problema vino cuando llegamos al aeropuerto de Miami, porque era el fin de semana de Acción de Gracias y el aeropuerto estaba colapsado. Tardamos hora y media en pasar el control de pasaportes. Luego fuimos a buscar la maleta, porque cuando se hace escala en un aeropuerto de Estados Unidos al entrar en el país, la maleta no va directa al destino final, sino que pasa antes por el control de inmigración. Tuvimos que hacer unos veinte minutos más de cola para pasar el control de aduanas. Después hay que dejar la maleta en una cinta transportadora comunitaria para que la envíen al siguiente vuelo. El problema fue que cuando llegamos a ese punto ya habíamos perdido la conexión. Así que nos tocó ir a otro mostrador para que nos recolocaran en otro vuelo a Los Ángeles. Allí hicimos nuevamente más de una hora de cola y, cuando finalmente nos tocó el turno, ya no quedaban plazas para ir a Los Ángeles ese día. ¿¡Pero qué me dices!? Pues sí.

La compañía nos dio una habitación para pasar la noche.

Nos pusieron los primeros de la lista de espera del primer vuelo del día siguiente (7:05 am). Por la espera nos dieron una noche de hotel y un vale de 12$ para cenar en el hotel y otro de 7$ para desayunar. Como preferimos llevarnos las maletas al hotel (y no dejarlas toda la noche facturadas) tuvimos que ir al aeropuerto a las 4 de la mañana para hacer la facturación al día siguiente. Éramos los cuatro primeros en una lista de espera de 27 personas para viajar a Los Ángeles. Pasamos los controles de seguridad y nos fuimos con tiempo a la puerta de embarque para avisar de que estábamos allí y que éramos los primeros de la lista. El vuelo iba lleno pero, por suerte, quedaron 6 plazas libres a última hora y pudimos embarcar. Finalmente llegamos a Los Ángeles con más de 12 horas de retraso. Por cierto, en el vuelo Miami-Los Ángeles, de cinco horas de duración, no servían comidas a bordo, solo bebidas, y tienes que llevar tus propios auriculares para ver las pocas películas que dan o pagar 5$.

Después de esta experiencia hemos sacado una cosa clara: la próxima vez que viajemos a los Estados Unidos haremos escala en Europa para así luego volar directamente hasta el destino final. También evitaremos a toda costa viajar vía Miami, porque es de los peores aeropuertos de Estados Unidos. Y si no hay más remedio, intentaremos que la escala sea de al menos 5 horas para tener tiempo de sobras de hacer el transbordo.

La peripecia para llegar a Los Ángeles fue circense…

Tienes derecho a una compensación económica si el vuelo se retrasa

La Unión Europea regula que todos los pasajeros que llegan a su destino con un retraso de entre 3 y 4 horas, siempre y cuando no sea por culpa de huelgas o fenómenos meteorológicos, tienen derecho a una compensación de 300€. Si el retraso es mayor de 4 horas, la compensación puede ser de hasta 600€. Además, la compañía tiene que ofrecer comidas y hotel si se tiene que pasar la noche. Nosotros nos pusimos en contacto con American Airlines a través de su página web y casi dos meses después nos dijeron que no teníamos derecho a compensación económica, pero que, como gesto de buena voluntad, nos daban un vale de 200$ para otro vuelo con ellos. Como no nos lo creímos, decidimos poner la reclamación a través de una web especializada y de momento estamos con los trámites. Os iremos informando de cómo evoluciona todo.

El desenlace: finalmente, Reclamador llegó a un acuerdo con American Airlines para evitar el juicio y la compañía aérea accedió a pagarnos una compensación de 500€ a cada uno. Tras descontar los gastos de notario y la comisión de la web, recibimos una compensación de 300€.

Podéis encontrar mucha más información para viajar a Estados Unidos en la web de Globellers.

¿Tienes alguna duda sobre la ruta por la Costa Oeste de Estados Unidos?

Deja tu consulta en los comentarios e intentaremos ayudarte. 🙂