Bruselas en dos días. Guía de la despedida chic de Meri

Hace unas semanas nos escapamos a hacer un viaje de chicas muy especial: la despedida de soltera chic de nuestra amiga Meri. Mientras que el año pasado celebramos mi despedida de soltera en Roma, en esta ocasión decidimos viajar a Bruselas para vivir una escapada de tres días en Flandes. Dos días los dedicamos a visitar Bruselas y el tercero hicimos una excursión a Malinas y Lovaina. ¿Queréis saber qué hacer dos días en Bruselas? Seguid leyendo…

Vuelo Barcelona – Bruselas

Salimos el viernes a primera hora de la mañana. A las cinco ya estábamos en el aeropuerto del Prat para tomar un vuelo con RyanAir (58€ i/v) hasta el aeropuerto principal de Bruselas (Zaventem). Como el vuelo salía tan pronto, fuimos hasta el aeropuerto en coche y lo dejamos en el aparcamiento del aeropuerto. Si se reserva en la web de AENA, el aparcamiento en la T2 (y también en la T1) hasta 4 días cuesta 38€.  Sin embargo, si queréis un aparcamiento más económico, podéis dejar el coche en el aparcamiento de MundiAuto por 5€ al día.

Tintín nos dio la bienvenida en la estación de Midi.

Del aeropuerto fuimos al tren al centro de Bruselas. Es la forma más cómoda y rápida. En 20 minutos te plantas en el centro de la ciudad. El precio es de 8,50€ el trayecto. Podéis comprar los billetes de tren en el mismo aeropuerto, pero si os queréis ahorrar colas los podéis comprar en la web de Belgian Rail. Una vez comprados, os envían un PDF que tenéis que imprimir y enseñarlo al revisor dentro del tren. Al comprar el billete tenéis que poner salida/llegada desde BRUSSEL-NATIONAAL-LUCHTHAVEN (aeropuerto).

Qué ver y hacer en Bruselas en dos días

De los tres días que estuvimos en la ciudad, dos los dedicamos a descubrir la capital de Bélgica. A pesar de lo que piensa mucha gente, Bruselas es una ciudad bonita y con muchos puntos de interés. Nosotras la visitamos el viernes entero y el domingo hasta mediodía y nos dejamos cosas por hacer.

Visitar la Grand Place / Grote Markt

Es el punto central de la ciudad y una de las plazas más bonitas de todo Flandes. Los edificios que componen la plaza central de Bruselas son espectaculares y sus fachadas son tan ornamentadas que cuando estás allí cuesta decidir dónde posar la mirada. Los edificios principales que la componen son el Ayuntamiento, la casa del Rey y las casas gremiales. La plaza fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1998.

Casa del Rey

Manneken Pis

Esta pequeña estatua de bronce de un niño desnudo orinando en la fuente es uno de los símbolos de la ciudad. Quizás lo que más sorprende la primera vez que la ves es el tamaño: solo 61 centímetros. Aun así, el Manneken Pis es toda una institución en la ciudad y hay días en que lo visten con algún traje a medida elaborado para una ocasión especial. El día que lo vimos nosotras estaba vestido con el traje de la orden académica de Saint Michael. Podéis consultar el calendario con los vestidos aquí.

Manneken Pis vestido con el traje de la orden académica de Saint Michael

Las Galerías Saint-Hubert

En 1837 el arquitecto Jean-Pierre Cluysenaer diseñó las primeras galerías comerciales de Europa. En aquella época, había que pagar entrada y su majestuoso interior albergaba las tiendas más selectas de la ciudad. En la actualidad, estas galerías siguen manteniendo su esplendor gracias a la cúpula acristalada que hace que penetre una luz especial. Allí podemos comprar chocolates de las marcas más selectas como Marcolini, Godiva o Neuhaus. En las galerías también podréis degustar los mejores gofres y quiches de la ciudad.

Museo Magritte

Desde junio de 2009 Bruselas presume de tener un espacio dedicado a uno de los pintores surrealistas más importantes. Este museo, situado en la plaza Real, hace un repaso a la obra artística de René Magritte. El museo está dividido en tres plantas en las que podemos ver la trayectoria del pintor desde sus inicios como diseñador de carteles publicitarios hasta sus últimas obras. El museo tiene más de 200 obras del pintor y es una visita obligatoria para todos los amantes del arte. La visita al museo sin guía cuesta 8€ y es recomendable comprarla con antelación.

Museo de Instrumentos de Música (MIM)

Cercano al museo Magritte, os recomendamos este museo no solo por su colección de instrumentos musicales, sino también por estar ubicado en los antiguos almacenes de Old England. Este edificio es una joya del Art Nouveau y fue diseñado por el arquitecto modernista Víctor Horta. En la última planta hay una cafetería desde la que podemos divisar unas bonitas vistas de la ciudad. La entrada cuesta 8€.

Taller y cata de chocolate en Bruselas

Ya hice esta actividad en nuestro anterior viaje a Flandes, pero quisimos repetirla esta vez con todas las chicas. Cercano al MIM y al jardín del Mont des Arts está el taller y cafetería de Laurent Gerbaud. Este señor es uno de los chocolateros más famosos de la ciudad gracias a la maestría que expresa combinando los mejores chocolates con frutos de todo el mundo. La primera parte del taller consistió en hacer nuestro propios bombones. Una máquina mantiene circulando el chocolate negro a la temperatura idónea y con ayuda de una espátula teníamos que rellenar el molde de los bombones. No fue tarea fácil aguantar el molde con una mano y la espátula con la otra mientras introducíamos el molde bajo el chorro de chocolate, pero con la ayuda de Laurent salimos airosas.

Una vez distribuido el chocolate tienes dos minutos para decorarlo. Es el tiempo que tarda el chocolate en solidificarse y, después, los ingredientes se quedan adheridos. Aquí la imaginación solo tiene la limitación temporal. En la mesa teníamos todo tipo de frutos como almendras, anacardos, jengibre caramelizado, cáscara de cacao, frambuesas, etc…

Los moldes del chocolate se guardan en la nevera para solidificarse del todo y luego se pasa a la mejor parte: la cata de chocolate. En un plato rectangular nos presentan 13 piezas de chocolate. Se empieza por el más industrial y se termina por el bombón más selecto que se produce en los talleres de Laurent Gerbaud. ¡Os lo recomiendo a todos!

Atomium

Este es otro de los símbolos de la ciudad y está en las afueras, a unos treinta minutos del centro, así que tocará tomar el metro hasta la parada Heysel de la línea 6. Esta estructura de 102 metros de alto fue construida para la Exposición Universal de 1958 y, al igual que la Torre Eiffel, solo estaba prevista su instalación durante seis meses, pero finalmente no se desmontó. La estructura representa un cristal de hierro ampliado 165 millones de veces y personalmente me gustó por el aire retro que desprende. Se puede subir al interior de la estructura pagando una entrada de 11€.

Barrio de Ixelles

El barrio más trendy de la ciudad está repleto de restaurantes chulos y tiendas de moda. También es el barrio estudiantil con lo que hay mucha animación en bares y terrazas. Es el lugar para ir a cenar y tomar una copa en la ciudad. Aquí cenamos el primer día y más abajo os daré más detalles del restaurante. Desde la estación de Midi / Zuid se puede acceder al barrio de Ixelles con el tranvía 81.

Dónde comer en Bruselas

En este viaje comimos especialmente bien todos los días y a precios muy razonables. La única pega que nos encontramos fue el servicio que, por lo general, fue lento y un poco rudo. ¿Quizás tienen muy malas condiciones laborales?

Le Cercle des Voyageurs

Este restaurante a pocos pasos del Manneken Pis tiene una decoración de temática viajera y una carta que incluye platos de todo el mundo. La comida está realmente buena. Yo tomé el salmón rebozado con sésamo blanco y negro (19€). Al mediodía tienen un menú de dos platos y café por 15,90€ que es recomendable pedir para que la comida no se eternice. Más info en su web.

Banco! Resto-Bar

En una antigua sucursal bancaria del barrio de Ixelles encontramos este restaurante y coctelería especializado en hamburguesas, tortillas y pitas. Es gracioso ver todavía las antiguas cajas de seguridad y el baño situado dentro de la antigua caja fuerte. Me pedí una pita Le Bergerè de carne rustida y queso fundido (13€) deliciosa. No os podéis perder los cócteles, especialmente la margarita de frambuesa (4,25€). Las raciones son generosas y el ambiente es ideal para una cena con amigas. Más info en su web.

Mokafé, los mejores gofres de Bruselas

Esta cafetería en el interior de las Galerías Saint Hubert es el mejor lugar para degustar los típicos gaufre sucré (3,50€), gofres ligeros y deliciosos espolvoreados con azúcar glas. También os recomendamos la crêpe cerise (5,20€), una crêpe con salsa de cereza.

Arcadi Café, las mejores quiches de la ciudad

En la entrada de las Galerías Saint Hubert, en la Rue d’Arenberg 18, está esta cafetería ideal para desayunar o hacer una comida ligera. Nada más entrar nos encontraremos con un mostrador lleno de suculentas tartas, pero nuestra recomendación es que le deis una oportunidad a la carta y probéis una quiche. Nosotras probamos la quiche Lorraine y es la mejor que he comido hasta la fecha.

Friterie Tabora, las mejores patatas fritas del mundo mundial

Bélgica es famosa por las patatas fritas, hasta el punto de que los belgas se vanaglorian de ser los inventores de este plato. Aunque en el mundo anglosajón se denominan French fries, ellos simplemente las llaman frites (fritas). Ese fin de semana comí las mejores patatas fritas del mundo, incluso mejores que las del Museo de la Patata Frita de Brujas, en la Friterie Tabora. Esta pequeña freiduría está en la calle Taborastraat, 2 cerca del la Bolsa de Bruselas. Aquí las patatas se cortan a mano al momento y se fríen dos veces, tal y como manda la tradición patatera belga. El cucurucho pequeño (que es enorme) cuesta 2,5€ y la salsa se tiene que pagar aparte (0,50€). Nuestra recomendación: la salsa andaluza.

De compras por Bruselas

Chocolate

Bruselas es la ciudad para los golosos por excelencia. Todo el centro de la ciudad está repleto de chocolaterías exquisitas. Hay muchísimas marcas de chocolate, pero yo recomiendo Godiva y Neuhaus, ya que tienen una relación calidad-precio muy buena. También os recomiendo comprar bombones de frutas exóticas en Laurent Gerbaud: la tiras de jengibre confitado con chocolate negro están espectaculares.

Pan

Este ha sido el descubrimiento de este viaje y es que en Flandes el pan está superbueno. Así que no me quise ir de la ciudad sin llevarme una barra de pan. De camino a la iglesia de Sainte-Catherine encontramos Charlie Boulangerie, una panadería que emplea productos de primera calidad y donde se puede ver cómo preparan la masa del pan de manera tradicional. Recomiendo el pan de cereales (4,85€) porque, de los tres que me llevé, era el que estaba más bueno.

Galletas de Maison Dandoy

Cuando una pastelería lleva haciendo galletas y pastas desde hace 180 años es por una buena razón. La Maison Dandoy es ya toda una institución en Bruselas al igual que sus speculoos, galletas crujientes de azúcar moscabado y especias. En Maison Dandoy también elaboran galletas, bizcochos, pan de jengibre y otras delicias. Además, el packaging es tan bonito que son ideales para regalar.

Dónde dormir en Bruselas

Nuevamente, como en los últimos viajes de chicas, decidimos quedarnos en un apartamento. Esta vez reservamos dos apartamentos de tres plazas cada uno a través de Only-apartments. El apartamento estaba genial, a un par de minutos andando de la estación de tren de Midi / Zuid y a tan solo 20 minutos a pie del centro de la ciudad. Cada apartamento tenía cocina equipada, una cama doble y otra individual, televisión de plasma y por cable, un baño completo y, además, un aseo. El apartamento estaba totalmente nuevo y tenía temática viajera. Uno estaba inspirado en Sídney y el otro en Nueva York. El precio del apartamento va entre los 80€ y los 130€ según la temporada. 100% recomendable.