Explorando Cartago y Sidi Bou Saïd

Érase una vez una bloguera de viajes a quien nunca le tocaba nada. Aunque se apuntaba a sorteos y concursos varios, la diosa Fortuna nunca le sonreía. «Ya sabes lo que se dice: afortunada en el amor…», se decía a sí misma. Pero un día asistió por primera vez a una reunión de blogueros de viajes llamada Travel Blogger Meeting. Un punto de encuentro donde blogueros locos por los viajes hablaban como descosidos de su tema favorito y compartían experiencias y sufrimientos comunes. Allí los organizadores sortearon varios premios entre los asistentes: entre ellos un viaje a Túnez. Sabiendo que era más probable que le cayera encima la taza del váter de una estación espacial que que le tocara un premio en un sorteo, la bloguera no paraba de decirles a los blogueros que había a su lado que uno de ellos ganaría el premio, pero no. Fue su nombre el que salió elegido…

Ruinas de Cartago, Túnez

Dice la leyenda que una princesa fenicia, Dido para los amigos, huyó de Tiro cuando su hermano Pigmalión le arrebató el trono, tras asesinar a su marido. Así fue cómo, tras un largo viaje, llegó a las costas del norte de África con algunos seguidores y consiguió un pedazo de tierra donde instalarse. Allí construyó una ciudad que, poco a poco, fue creciendo y cuyo poder fue expandiéndose por todo el Mediterráneo, dando lugar a la civilización cartaginesa. Los cartagineses dominaron el comercio marítimo del Mediterráneo, pero tuvieron un pequeño problema de timing, y es que en esos mismos momentos otra civilización estaba avanzando en dirección contraria como una apisonadora: la romana.

Ruinas de Cartago, Túnez

Las tortas entre unos y otros eran inevitables, lo que derivó en las guerras púnicas, que abarcaron casi cien años. En la primera guerra púnica, los cartagineses perdieron Sicilia y posteriormente Córcega y Cerdeña. Durante la segunda guerra púnica, casi se apuntan un tanto cuando Aníbal atravesó los Alpes con elefantes y puso a Roma en un buen aprieto, pero acabó siendo derrotado. La tercera guerra púnica fue la definitiva. Roma se hartó mucho y sitió la ciudad de Cartago durante tres años hasta que finalmente cayó en el 146 a.C.

Ruinas de Cartago, Túnez

Las ruinas de la gran capital de aquella civilización están muy cerca de la capital actual de Túnez, pero el problema de visitar las ruinas de Cartago es que hay que echarle mucha imaginación. En realidad, de aquella antigua civilización ya no queda casi nada, porque cuando los romanos por fin consiguieron entrar en la ciudad, la arrasaron por completo. De los millones de habitantes que tenía, solo quedaron 50 000 con vida, que luego fueron vendidos como esclavos. Y para rematar la faena, los romanos cubrieron con sal los restos para que nunca más creciera nada allí. Creo recordar que en un documental comentaron que es una de las pocas veces en la historia que una civilización fue totalmente erradicada después de una batalla. La ciudad quedó abandonada durante cien años, hasta que los romanos la volvieron a fundar y acabó siendo una de las tres urbes más importantes del imperio.

Sidi Bou Said, Túnez

Para llegar a las ruinas de Cartago desde Túnez, se puede tomar el tren de la línea TGM (Túnez – Goulette – Marsa). Nuestro hotel estaba situado a las afueras de La Marsa, así que fuimos hasta las ruinas de Cartago en taxi. Para visitar las ruinas hay que pagar una entrada de 9 dinares que incluye la visita a los yacimientos más importantes. Nosotros visitamos las termas romanas de Antonino, que en su época debieron ser espectaculares, pero actualmente solo se conservan algunos arcos de los sótanos y alguna que otra columna.

Sidi Bou Said, Túnez

Tras la visita a las termas, fuimos caminando unos 15 minutos hasta el puerto. En la época cartaginense, ese era el centro de poder y tenía una forma redonda que aún se adivina, pero de la estructura de amarres no queda nada. Otro de los problemas de visitar las ruinas de Cartago es que, al tratarse de una ciudad tan grande, están muy separadas las unas de las otras y acabas agotado. Para terminar, decidimos subir andando hasta la colina de Byrsa y visitar el museo de Cartago. En el museo hay muy pocos objetos expuestos y la poca información que incluye la mayoría de las veces solo está en árabe o francés. En definitiva, la visita a Cartago cumplió todas mis nefastas expectativas y fue una de las visitas más decepcionantes que he hecho nunca. No nos engañemos, lo único que tienen las ruinas de Cartago es el nombre y ya está, os puedo asegurar que en Túnez hay ruinas mucho mejores que estas.

Sidi Bou Said, Túnez
Por suerte, la tarde mejoró considerablemente. A tres paradas de tren de las ruinas de Cartago se encuentra la población de Sidi Bou Saïd. Es un pueblecito precioso de casas blancas y ventanas y puertas azules con estupendas vistas al mar Mediterráneo y un omnipresente olor a azahar por todas sus calles. Nada más llegar a la estación paramos en un pequeño restaurante de zumos y bocadillos para comer un poco. Tras el tentempié, reprendimos la marcha. Lo mejor de Sidi Bou Saïd es perderse por sus callejuelas empinadas (sí, algo malo tenía que tener). Hay un par de calles por donde circula toda la masa turística, pero fuera de estas se respira paz y harmonía. A pesar de ser un punto de parada de cruceros y de tunecinos que escapan de la gran ciudad para disfrutar de sus vistas, vale mucho la pena la visita.

Sidi Bou Saïd, Túnez

Para finalizar una tarde perfecta, nos sentamos en una de las terrazas de la calle principal a tomar un té a la menta con piñones mientras veíamos pasar el vaivén de la gente. ¡Qué bien se está de vacaciones!

Datos de interés:

1. Hotel Kartago Le Palace, gentileza de Turismo de Túnez.
2. Taxi del hotel a las ruinas de Cartago: 4 dinares (2€)
3. Entrada a las ruinas de Cartago: 9 dinares + 1 dinar por el permiso de fotografía (5€)
4. Tren TGM de Cartago a Sidi Bou Saïd: 0,40 dinares
5. Bocadillo de brocheta: 40 dinares (2€)
6. Té a la menta con piñones: 2,5 dinares
7. Taxi de Sidi Bou Saïd al hotel: 5 dinares.
8. Por cierto, Dido significa «trotamundos». Bonito nombre, ¿verdad?

Sidi Bou Saïd, Túnez

Gracias a Turismo de Túnez y Travel Blogger Meeting pudimos disfrutar durante el mes de abril de una semana en Túnez al ser los agraciados en el sorteo realizado durante el TBM Málaga. El premio consistía en un vuelo directo Barcelona-Túnez y alojamiento en media pensión durante una semana en los hoteles que puso a nuestra disposición Turismo de Túnez. Gracias a su amabilidad, pudimos escoger la ruta y los lugares que visitamos.

22 comentarios

  1. Míriam 4 marzo 2013
  2. Con autocaravana 4 marzo 2013
  3. Fran Soler 4 marzo 2013
  4. Isaac (viajeschavetas) 5 marzo 2013
  5. José Carlos DS 5 marzo 2013
  6. Carles Almagro 6 marzo 2013
  7. Viajes de Primera 6 marzo 2013
  8. Edu y Eri 6 marzo 2013
  9. Helena 6 marzo 2013
  10. Babyboom 9 marzo 2013
  11. Victor 12 marzo 2013
  12. jairzinho 15 marzo 2013
  13. francis 2 octubre 2013
  14. Eli 7 noviembre 2016
    • Isabel & Xavier 11 noviembre 2016

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