Visitar el Edo Tokyo Museum: el museo de la ciudad de Tokyo

Era el último día de la ruta de 18 días por Japón. Habíamos llegado en autobús desde Matsumoto hasta la estación de Shinjuku. Estábamos en Tokyo y llovía a cántaros. Por eso pensamos que sería una buena ocasión para visitar el Edo Tokyo Museum. Hay quien dice que los museos son solo para los días lluviosos. Sin embargo, al museo de historia de la ciudad de Tokyo o Edo Tokyo Museum (江戸東京博物館) vale la pena ir aunque brille el sol, porque es una visita espectacular y a la vez interesante.

El Edo Tokyo Museum está junto al río Sumida y la estación de metro más cercana es la de Ryogoku (línea E – Oedo). El edificio se reconoce fácilmente a distancia por su enormidad y por su moderno estilo arquitectónico. Las entradas se compran en la planta baja, pero para entrar al museo hay que subir por unas escaleras mecánicas a pie de calle.

Edo Tokyo Museum

Al entrar en el museo propiamente dicho, hay un mostrador donde se ofrece el servicio de guías. Si lo planificas con un poco de tiempo, puedes llegar a disfrutar de un guía que hable español y todo. En nuestro caso, llegamos al museo un poco justos de tiempo, a las 16:00. Nos recibió un señor veterano y nos dijo que el servicio de visitas guiadas termina a las 17:00. Aun así, se ofreció a hacernos una breve introducción de una hora por el museo (en inglés).

Edo Tokyo Museum

Fue increíble. Se notaba que ese señor tenía una gran pericia en explicar la historia de Tokyo a los visitantes. En una hora, nos hizo un resumen de la historia de Japón centrado sobre todo en los siglos XIX y XX, ya que fue en ese tiempo cuando la nación japonesa experimentó un cambio brutalmente rápido. Tal como nos dijo: «En cuestión de solo 100 años, Japón pasó de ser un país medieval a desarrollar un nivel de tecnología suficientemente moderno para declarar la guerra a China y más tarde también a Estados Unidos». Después de la introducción, que le llevó más o menos tres cuartos de hora, nos acompañó a los primeros elementos de la exposición del museo.

Edo Tokyo Museum

Cruzamos un puente de madera lacada roja de estilo tradicional japonés y a nuestro alrededor contemplamos los dos niveles en los que se extiende el museo, todo dentro de un solo espacio de dimensiones enormes. Para que os hagáis una idea de su magnitud, hay reproducciones de edificios enteros a escala real (!). Esta amplitud le da al museo un aire mucho más ameno de lo habitual. Aquí apenas hay salas ni pasillos, solo un gran espacio por el que vas recorriendo la historia de la ciudad de Tokyo.

Edo Tokyo Museum

En el puente, nuestro guía nos contó que nos encontrábamos en una reproducción del Nihonbashi, un puente que se construyó en Tokyo en 1603. Es un puente importante porque era el punto de inicio o de fin de las dos grandes rutas comerciales que conectaban la ciudad de Edo con Kyoto, que era donde entonces residía el emperador. El Edobashi, como se llamaba en su época, se situaba en el distrito de mercaderes más importante y fue ese ir y venir de gente a la ciudad lo que la hizo prosperar. Hoy en día el puente es de cemento y tiene una autopista elevada que le pasa por encima, pero sigue siendo el kilómetro cero de Japón.

Edo Tokyo Museum

En el otro extremo del puente pueden verse unos enormes dioramas de Tokyo en el siglo XVII, donde se explica el auge de la ciudad. Todo empezó cuando el shogún Tokugawa decidió convertir el pueblo de Edo en la capital del shogunato. Aun así, la capital oficial de Japón siguió siendo Kyoto hasta finales del siglo XIX, cuando finalmente la familia imperial se trasladó a vivir a Tokyo. Fue en ese momento cuando Edo pasó a llamarse Tokyo, que significa «capital del este». Y por eso el museo se llama «Edo Tokyo». Además un diorama del distrito mercantil de Nihonbashi, que recibió el nombre a raíz del famoso puente, también hay otro donde puedes ver la rica residencia de un daimio en el Tokyo de la misma época. Aquí el guía nos contó el plan astuto que había ideado Tokugawa para mantener la paz después de erigirse como shogún y para el cual la ciudad de Edo fue una herramienta clave.

Edo Tokyo Museum

Podríamos haber seguido escuchando las explicaciones de aquel hombre durante cuatro horas más, pero sin darnos cuenta ya eran las cinco de la tarde. Cumplida su misión con creces, el guía se despidió de nosotros y seguimos explorando el museo por nuestra cuenta.

En la siguiente sección del Edo Tokyo Museum se muestra la vida diaria y las profesiones de los habitantes de Edo en sus inicios. Para ello se usa un edificio de la época dividido en distintas casas estrechas de artesanos que permiten ver cómo se ganaba la vida la gente en la ciudad. Hay el carpintero que hace barriles, o el artista que hace dibujos con la técnica del grabado (se requiere un trabajo muy minucioso para añadir cada capa de color). Cada sección tiene sus paneles con información sobre estas artes, pero la mayor parte de la información está en japonés. Por eso os decía antes que es muy recomendable reservar con antelación un guía que conozca vuestro idioma.

Edo Tokyo Museum

Luego pasas a una sección donde se explica la importancia de la ciudad de Edo para el mundo del arte. Hay un diorama enorme donde se muestra el puente Ryōgoku, construido en 1659, y el barrio que se formó a su alrededor, del mismo nombre. Fue uno de los barrios donde los ciudadanos iban a divertirse. Y entre estas diversiones estaba el teatro del kabuki. Hay una representación a escala real de un escenario de kabuki y también hay una en miniatura donde se muestran los ingeniosos efectos especiales que se usaban para sorprender a los espectadores.

Edo Tokyo Museum 12

También puede verse aquí una de las altas carrozas que se usaban en las procesiones de las festividades de Kanda, el 15 de setiembre. Y también hay una miniatura donde pueden verse más de estas carrozas, en concreto tres altares procesionales transportados por un montón de fieles.

Más o menos hasta aquí es la mitad del museo. Ahora viene lo más importante: ¿cómo pasó Edo a convertirse en la moderna Tokyo?

Primero se nos cuenta la llegada de la armada del comodoro Matthew Perry, que hizo derrumbarse la dinastía de shogunes Tokugawa. En la siguiente era Meiji, Japón se abrió totalmente a Occidente, y en unas decenas de años pasó de ser un país básicamente medieval a industrializarse a toda pastilla y convertirse en un país moderno. Esta metamorfosis se refleja en la ciudad de nuevo mediante dioramas donde se ven calles de Tokyo en esa época, cuya arquitectura ya ha cambiado y tiene un aspecto totalmente occidental.

Edo Tokyo Museum

Justo debajo del puente de Nihonbashi que hemos cruzado antes, se alza otra reproducción: la fachada de la editorial del periódico japonés Tokyo Nichi-Nichi Shinbun, construida en 1872. A sus pies puedes hacerte una foto junto a una bicicleta de la época o junto al típico carrito de tracción humana.

En las salas de esta sección puede verse desde el edificio que albergó el primer cine de la ciudad, hasta un coche de la época junto a un semáforo de ese tiempo. Todo muy vintage. Incluso hay una maqueta enorme del primer rascacielos de Tokyo: un edificio de ladrillo rojo de doce plantas que albergaba tiendas, salas de exposiciones y un mirador en los últimos pisos. Un detalle curioso de esta parte es que puedes ver una casa japonesa de la época y entrar en ella. Nos sorprendió porque por dentro parece una casa sacada de los cuentos de Hans Christian Andersen. Supongo que se puso de moda el estilo austríaco-alpino (!), o sería la imagen más bucólica de Occidente que llegaba a Japón en esa época.

Edo Tokyo Museum

Por desgracia, la gran mayoría de estos edificios de la era Meiji fueron destruidos en 1923 durante uno de los terremotos más brutales de la historia: el Gran Terremoto de Kanto. Y lo que no destruye la naturaleza, lo destruye el hombre, porque…

Avanzamos unos años más y… paf. Llega la Segunda Guerra Mundial. Después de que el gobierno japonés se viniera arriba de mala manera, Estados Unidos bombardeó Japón y Tokyo sin piedad. Puede verse una imagen de dónde se concentraron los primeros bombardeos y dónde cayeron las bombas en la segunda oleada. Resumen rápido: no quedó piedra sobre piedra. En la misma sala puede verse un invento algo estrambótico con el que los japoneses intentaron bombardear Estados Unidos: una bomba-globo, que al parecer fue una pifia total.

Edo Tokyo Museum

Después del desastre, la historia continúa. Y en este caso trata sobre cómo Japón se reconstruyó desde sus cenizas hasta ser una potencia económica en los años 80. Es muy interesante, por ejemplo, entrar en una reproducción de una sala de estar y cocina de un apartamento japonés de los años 60. Luego, en una vitrina dividida por décadas puedes ver objetos que restauraron poco a poco la economía de Japón. Por ejemplo, quién no recuerda las calculadoras Seiko, los radiocasetes Sony o los primeros videojuegos de Nintendo. ¿Recuerdas las Game & Watch? Si naciste alrededor de 1980 seguro que sí. Aquí incluso puedes ver la evolución de las máquinas expendedoras de billetes del metro de Tokyo hasta la actualidad.

Y así es, a grandes rasgos, la exposición permanente del Edo Tokyo Museum. Muy visual, interesante y amena.

Edo Tokyo Museum

Consejos 

Si no has solicitado con tiempo una visita guiada en tu idioma, para ver los dioramas y objetos expuestos es recomendable visitar esta dirección web del propio museo donde encontrarás explicaciones de todos los elementos expuestos. Está en inglés, pero puedes usar el Google Translate para traducirlo a tu idioma.

Para planificar la visita al Edo Tokyo Museum, cabe tener en cuenta que puede verse el museo rapidito entre 1 o 2 horas, pero para hacerle justicia hay que dedicarle 3 horas por lo menos.

Hay que estar atento también a las exposiciones temporales. Sí, a menudo hay que pagar un poco más para verlas, pero pueden ser muy interesantes. Por ejemplo, en agosto de 2016 hubo una sobre los yōkai, los monstruos de las leyendas japonesas.

Aunque los restaurantes del museo están bien, hay opciones mucho más baratas en restaurantes del barrio.

Edo Tokyo Museum

¿Qué más a partir de aquí?

Ya que estás en el barrio, quizá quieras acercarte al estadio de sumo, el Ryogoku Kokugikan. O tal vez quieras ver los tesoros nacionales del museo de la Espada Japonesa, o ver de cerca los grabados japoneses ukiyo-e en el Sumida Hokusai Museum.

En nuestro caso, decidimos cambiar de barrio. Fuimos a Ueno y paseamos tranquilamente por el callejón Ameya (Ameya Yokocho). Es una calle comercial, con paraditas a un lado y tiendas normales al otro. Lloviznaba, pero fue muy agradable. Luego caminamos un rato más y llegamos a Akihabara, donde no pudimos evitar entrar en algunas tiendas frikis. Después de una caminata tan intensa, repusimos fuerzas con una buena sopa de fideos ramen y empanadillas chinas gyoza.

Akihabara Tokyo

Visitar el Edo Tokyo Museum: datos de interés

Horario del Edo Tokyo Museum: 9:30 – 17:30 (sábados: 9:30 – 19:30, lunes cerrado)
Precio: 600 yenes
Servicio de guías voluntarios: 10 a 15h, hasta las 17h los sábados (servicio gratuito). Audioguías gratuitas (déposito de 1.000 yenes)

HERRAMIENTAS PARA ORGANIZAR TU VIAJE
Hoteles en Shinjuku
Hoteles en Shibuya
Japan Rail Pass
Alquiler de pocket wifi

Podéis encontrar toda la información práctica de este viaje en la guía: Hanami en Japón: guía del viaje a Japón de 18 días durante la floración de los cerezos

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