Tras finalizar el Camino de Santiago francés decidimos hacer una extensión hasta el cabo de Finisterre. De Santiago a Finisterre hay casi 90 kilómetros que se pueden cubrir en cuatro o cinco días de travesía. No disponíamos de ese tiempo, así que decidimos hacer solo la última etapa: de Cee a Cabo Finisterre en un día.
Cómo ir de Santiago de Compostela a Cee
La compañía Mombus tiene autobuses que conectan las dos ciudades en dos horas. En temporada alta (de mayo a octubre) hay autobuses directos, que tardan una hora y cuarto. Sin embargo, no tienen hora fija, así que lo mejor es preguntar si habrá alguno ese día. Los billetes se compran en la estación o en el mismo autobús (no hay venta online) y cuestan 9,15€. Nosotras tomamos el bus de las 9 y llegamos a las 11h.
Enviar la mochila desde Cee hasta Santiago
Hay diversas compañías que cubren este servicio: Jacotrans, Loncho y Camino Cómodo. El envío de la mochila varía entre los 6€ y los 4€. Hay que contratar el servicio con antelación para poder hacer el pago y que os digan dónde tenéis que dejar la mochila en Cee.
Itinerario de Cee a Finisterre
Una vez llegamos a Cee a las 11h, dejamos las mochilas en el punto acordado y fuimos a comprar agua y algo para comer en la panadería que hay en el centro comercial Carrefour Market. Compramos una porción de empanada de atún (1,20€) y una porción de tarta de Santiago (1,20€).
Caminamos por la playa de Cee unos diez minutos hasta llegar a la localidad de Corcubión. Allí encontramos un cartel que nos indicaba que ese tramo del camino se podía hacer paralelo al mar (camino de la costa) o por el interior (camino medieval). En Cee nos recomendaron tomar el medieval, que aunque tenía subidas más pronunciadas, era más bonito y auténtico. Así que tomamos esa ruta.
Nos adentramos por el casco antiguo de Corcubión, repleto de edificios con mucho encanto, pasamos por un par de iglesias pero estaban cerradas, así que no pudimos sellar la credencial. Una gran flecha amarilla en una pared nos indicaba que debíamos tomar el sendero que se adentraba por el monte e iniciamos una pequeña subida. Llegamos hasta lo alto de la colina y desde allí pudimos divisar Corcubión y el mar, pero el faro del cabo Finisterre aún no estaba a la vista.
Desde allí iniciamos el descenso. A diferencia de las que hicimos en el camino Francés esta etapa tenía muchas más subidas y bajadas, lo que la hacía un poco más rompe-piernas. También tiene que decirse que ese día fue el que caminar se me hizo más pesado: creo que los 28km del día anterior y las casi dos horas de cola en la oficina de atención al peregrino me habían dejado k.o. Así que iba caminando a un ritmo muy inferior al de otros días.
Al pasar Estorde nos adentramos por un sendero cubierto por retamas en flor, una explosión de amarillo que destacaba aún más con el azul del mar de fondo. Seguimos bordeando la costa hasta llegar una bajada muy pronunciada, de aquellas que de destrozan las piernas y los dedos de los pies.
Nos acercamos a la población de Finisterre caminando por la playa de Langosteria, un largo tramo por un paseo marítimo. Quedaban casi 5 kilómetros para el faro, y empezó a llover. Durante nuestra semana en Galicia tuvimos muy buen clima, pero ese día tuvimos un poco de lluvia.
Pasamos la población de Finisterre dirección al faro, quedaban unos tres kilómetros y medio. Pasamos por la iglesia de Santa María das Areas, que estaba cerrada y seguimos por el camino que va por la carretera. Poco a poco fuimos consumiendo los kilómetros que quedaban para llegar al final del camino.
Unos minutos pasados las tres de la tarde llegamos a la peana que marcaba el kilómetro 0. Ya estábamos en el faro de Finisterre, en el fin del mundo, y así dábamos por concluido el Camino de Santiago Francés.
«Finis terrae» era como los romanos denominaban a este punto, «fin del mundo», ya que para ellos era el punto más occidental de la Tierra. Aunque en realidad, el punto más occidental de Europa es el Cabo da Roca en Portugal. Este enclave tiene un significado muy especial para los peregrinos que deciden acabar aquí el camino, quemando sus ropas y tirando las cenizas al mar en un gesto de purificación. Al llegar al cabo, justo detrás del faro nos encontramos con una cruz de piedra. Detrás había un montículo donde algunos peregrinos habían quemado sus botas tras el peregrinaje. No fue ese nuestro caso, porque a nuestro calzado aún les quedan aventuras por recorrer.
Dónde alojarse en Finisterre
Siendo la última noche del Camino de Santiago, decidimos alojarnos a lo grande: en el Hotel Naturaleza Mar da Ardora Wellness & Spa. Un hotel moderno y chic que cuenta con un pequeño spa de uso privado. La noche en habitación doble con desayuno y acceso al spa nos costó 95€. Además del balneario, el hotel nos ofreció un fisioterapeuta a domicilio para hacernos un masaje en las piernas.
Dónde comer en Finisterre
El restaurante A Lareira sirve cocina típica de Galicia y es un gran lugar para darse un homenaje con pescado, marisco y carne de ternera gallega. Las raciones son muy generosas, así que es recomendable no excederse en lo que se pide. Tomamos chipirones (10€), almejas a la marinera (12€) y albariño (8,80€).
Comprar tartas de Santiago en el Camino
Huid piernas para que os quiero de las tartas de Santiago que encontraréis en comercios, aeropuertos y tiendas de suvenires. Las auténticas y deliciosas tartas de Santiago se tienen que comprar en pastelerías y panaderías. Nosotros encargamos cinco tartas en la panadería Agustín en Finisterre. Una panadería de toda la vida que hace panes y dulces súper buenos. Además de las tartas de Santiago, compré una empanada de atún y dos panes gallegos. ¡Era la envidia del vuelo de vuelta!
Excelente su guía, somos una pareja denominada adulta mayor, de Argentina En mayo 2019 vamos hacer el camino de Sarria a Cabo Finisterre pero mas austero en los alojamientos… tratare de ir a los municipales ó parroquiales. Gracias por vuestra ayuda. Saludos cordiales de Pablo -Andrea.-