Del Sinaí a El Cairo

Seis de la mañana. Me despierto y el virus sigue haciendo de la suyas, pero al parecer ya estaba dando sus últimos coletazos. Harta de ir del baño a la cama y de la cama al baño, y viendo que parecía que el virus me estaba dando una tregua, salí a echarme en la tumbona al solete mientras me tomaba otra marmaría que me prepararon los del hotel.

Nuweiva

Yendo por carretera por el Sinaí te encuentras con camellos plantados en medio de la vía.

Esa era nuestra última mañana en Tarabeen, a las doce habíamos quedado con el taxista para que nos llevara al aeropuerto de Sharm el Sheik y de ahí volar hacia El Cairo. El plan que tenía para nuestra última noche en el país se fue al garete. Quería haber llamado a Shari para ver si le apetecía ir con nosotros a montar a caballo por el desierto bajo la luna, una de las atracciones favoritas de los cairotas, pero mi cuerpo no estaba como para ir al galope. Así que no nos complicamos la vida y fuimos a hacer las típicas compras de última hora.

EgiptAir

Le pedimos al taxista que nos viniera a buscar a las 12 y eran las 12.30 y todavía no se había presentado. Finalmente llegó y una vez dentro de la furgoneta nos dijo que había habido un problema y que otro taxista se había puesto malo y que tenía que recoger a otros clientes en otro lugar. Que no nos preocupáramos, que para vuelos internos estando una hora antes había tiempo de sobras. En fin, que sin podernos quejar, fue a buscar a una familia de alemanes que iban a pasar el día en Dahab. Y lo vi claro, quería aprovechar el viaje para ganarse el doble. O sea, que a nosotros nos cobró como un servicio privado y a los otros igual. Dos pájaros de un tiro. Encima fue listo, porque nosotros pagamos el traslado al hotel, así que tampoco nos podíamos quejar a nadie. Seguramente eso no me hubiera molestado mucho si no hubiera tenido mi situación intestinal. Yo ya sufría por las dos horas de Tarabeen a Sharm el Sheik, como para encima añadir paradas.

EgipAir

Sobrevolando el Sinaí

Finalmente, después de la paradas en Dahab y para repostar gasolina (¡en Egipto se reposta con el motor en marcha! O_O) llegamos al aeropuerto y le dijimos adiós al taxista, que se quedó sin propina.

Al llegar a El Cairo se nos lanzaron encima un montón de taxistas ofreciendo sus servicios. Entonces se nos acercaron unos intermediarios y nos dijeron que nos llevaban por 150 L.E. Yo les dije que no se fliparan, que el hotel nos cobraba 75 L.E. por venir a buscarnos y que como mucho le pagaba 60 L.E., finalmente un hombre mayor se nos acercó y nos dijo que nos llevaba por 60 L.E. aparte del peaje (5 L.E.), aceptamos y los otros le empezaron a increpar.

Extrañamente para El Cairo y afortunadamente para mi estómago, no había casi tráfico y llegamos al hotel en unos 20 minutos. Al hacer el check-in en el Hotel Longchamps nos dijeron que por ser «clientes especiales» nos daban una habitación mejor que la que habíamos reservado. Subimos a la habitación y la verdad es que había bastante diferencia con la que tuvimos en nuestros primeros días en Egipto. Estaba totalmente reformada no hacía mucho tiempo y era de un diseño mucho más moderno.

Hotel Longchamps CAIRO

Esta es la habitación que nos dieron en nuestra segunda estancia
en el Hotel Longchamps. ¡Toma upgrading!

Dejamos las maletas y fuimos a buscar un taxi para ir a Khan el Khalili. Inicialmente me hubiera gustado aprovechar y hacer las compras por el mercado regateando, pero como no tenía ningún tipo de ganas de perder el tiempo fuimos a lo seguro, es decir, a la tienda de Jordi.

La tienda de Jordi es conocida porque es una tienda en la que los precios son fijos y no hay que regatear. La verdad es que allí todo sale más barato. Para encontrarla no es fácil. He hecho un mapa para ver si os puedo guiar, aunque tengo que admitir que lo he hecho de memoria.

mapa jordi Khan el Kalili
Bueno, vale, el mapa es un poco críptico, lo reconozco. Recuerdo que se tenía que girar en la primera calle a mano izquierda una vez pasada la mezquita de Al Hussein, seguir recto hasta llegar al detector de metales del restaurante Naghib Mahfouz. Justo delante del restaurante hay una tienda en una esquina en la que pone «Jordi se habla español». Es una pequeña sucursal de la tienda. Hay que tomar esa calle y unos metros más adelante subir unas escaleras de un edificio que cae a mano izquierda. La tienda de Jordi está en una corrala y tiene tres locales. En cada uno de ellos venden cosas diferentes. Si no lo encontráis podéis preguntar y todo el mundo os indicará cómo llegar, incluso la gente de las otras tiendas. Supongo que en el fondo todo el mundo en Khan el Khalili debe de ser familia porque si no, no lo entiendo.

Jordi en Khan el Khalili

Una de las tres tiendas de Jordi en Khan el Khalili

Tengo que reconocer que la tienda de Jordi vale la pena. Aunque hay poco donde escoger, lo que tienen está muy bien de precio. Allí encontramos las vasijas que nos vendían en Luxor por 350 L.E. a 30 L.E. y los perfúmenes que en Asuán nos vendían por 150 L.E. a 16 L.E.

Después de las tiendas fuimos a cenar algo, o mejor dicho, yo fui a mirar y mi compañero a cenar. Fuimos al Egyptian Pancakes que está cerca de Midan Hussein y donde hacen pizzas tradicionales egipcias. Las había dulces y saladas y a mí me dio una rabia tremenda no poder probarlas. Para no tentar a la suerte ese día apenas comí nada. Solo viví de agua y pan tostado, con lo que por la noche apenas podía con mi cuerpo.

Khan el Khalili

Puerta medieval de Khan el Khalili

Para volver al hotel cogimos un taxi. No conseguimos que nadie nos quisiera llevar por menos de 20 L.E. egipcias, así que escogimos un taxi con taxímetro (los de color blanco). El taxista, que debía ser el primo de Fitipaldi, nos llevó en tiempo récord al hotel, pero al pagarle las 11 L.E. que marcaba el taxímetro nos dijo que eran 20 L.E., que el taxímetro no funcionaba. Yo le dije que le fuera con el cuento a otros que llevaran menos tiempo en el país, le pagué las 11 L.E. y salimos del taxi. ¡Menudo morro el tipo!

Egyptian Pancakes

Egyptian Pancakes

Me dio realmente pena que nuestra última noche en El Cairo fuera tan descafeinada, pero a la vez estaba agradecida de que el virus no me hubiera atacado en medio del viaje. Al día siguiente volvíamos a casa y nuestras vacaciones tocaban a su fin.

Egyptian Pancakes

Egyptian Pancakes


Datos de interés:

Taxi de Nuweiba al aeropuerto de Sharm el Sheik: 450 L.E. (60 euros)
Taxi del aeropuerto de El Cairo a Zamalek: 60 L.E. + 5 L.E. de peaje + propina (8 euros)
Taxi de Zamalek a Khan el Khalili: 20 L.E. (con taxímetro) (2,40 euros)
Tienda Jordi en Khan el Khalili: Bote pequeño de perfume: 16 L.E.(2 euros), 10 figuras de escarabajos azules pequeños 10 L.E. (1,20 euros), Camisa blanca 20 L.E. (2,40 euros, colgante escarabajo pequeño: 10 L.E. (1,20 euros), colgante Ankh pequeño: 15 L.E. (2 euros), caja de nácar pequeña: 10 L.E. (1,20 euros), cubrecama bordado de 170×85 cm: 210 L.E. (26 euros),
Egyptian Pancakes: pancake grande con todo 25 L.E. (3 euros), agua 3 L.E. (0,40 euros)
Taxi de Khan el Khalili a Zamalek: 11 L.E.
(1,40 euros) (con taxímetro)

10 comentarios

  1. Jaume Radigales 28 diciembre 2009
  2. Isabel 28 diciembre 2009
  3. Sófía 28 diciembre 2009
  4. Isabel 28 diciembre 2009
  5. Gildo Kaldorana 29 diciembre 2009
  6. Isabel 29 diciembre 2009
  7. Anonymous 15 abril 2010
  8. Anonymous 15 abril 2010
  9. Anonymous 15 abril 2010
  10. Isabel 16 abril 2010

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