Descubriendo Jaisalmer

Tengo que admitir que me defraudó que Mahendra no nos estuviera esperando con una orquesta en la estación de Jaisalmer, ya que, conociéndolo, era una posibilidad. Lo cierto es que cuando finalmente bajamos del tren y nos vino a saludar, volvimos a sentir que estábamos en familia nuevamente.

Jaisalmer, India

Subimos al tuk-tuk y nos pusimos en marcha. A los pocos minutos, la fortaleza de Jaisalmer apareció delante nuestro majestuosa e imponente. Teníamos un hotel cutre y barato reservado en Jaisalmer, pero Mahendra insistió en que nos alojáramos en el Raj Mandir, que nos invitaba él. La verdad es que ya llegó un punto en que me cansé de discutirme por su hospitalidad y simplemente me resigné a aceptarla mientras me prometía a mí misma que le devolvería los favores de alguna manera. Y es que el hotel Raj Mandires una pasada. Es el típico hotelito de ensueño en el que me escaparía con mi pareja. Solo tiene cinco habitaciones y la nuestra estaba en una de las torres de la fortaleza. Parecíamos princesas de cuento. ¡Y ya venía siendo hora!

Jaisalmer, India

Después de una ducha rápida, bajamos a recepción y Mahendra nos invitó a montarnos en la moto con Dilip para ir al sastre a que nos hicieran los saris. Así podríamos tenerlos listos para la cena de esa noche en casa de Mahendra. Así pues, nos montamos las dos en la moto y fuimos serpenteando por las calles de Jaisalmer hasta llegar a una pequeña sastrería. Allí me tomaron medidas para hacerme el sari y el punjabi.

Jaisalmer, India

Tras la visita al modisto, Mahendra nos dejó libres hasta la hora de la cena, así que aprovechamos para ir a comer alguna cosa al Saffron restaurant, que estaba cerca del modisto y tenía una terraza en la que se podía comer relajadamente. Después, nos dispusimos a recorrer las laberínticas calles del fuerte de Jaisalmer.

Jaisalmer, India

El fuerte de Jaisalmer fue construido por el rajputa Jaisala en 1156 y cuenta con numerosos palacios, templos y cientos de tiendas para turistas. A pesar de todo esto, Jaisalmer sigue teniendo un encanto mágico que la convirtió de inmediato en mi ciudad favorita de la India (de todas las que visité en este viaje). Lo mejor del fuerte es perderse por sus calles, descubrir las pinturas de todas las havelis que hay y contar todas las representaciones de Ganesha repartidas por las paredes.

Jaisalmer, India

No entramos en ningún palacio, ni tampoco en ningún templo, solo queríamos disfrutar del paseo y del tiempo agradable que hacía aquel día. Así, las horas se nos pasaron volando. Más tarde, a la hora indicada estábamos en el hotel listas para subir al tuk-tuk que nos llevaría a casa de Mahendra. Su casa está en las afueras de Jaisalmer y es una construcción totalmente nueva. Salió a recibirnos a la puerta y nos presentó a su mujer, que me pareció una persona bellísima.

Jaisalmer, India

La casa es nueva, la acabaron de construir hace unos meses, y aún tienen pendiente añadir mobiliario y otras cosas. Sonia y yo nos sentamos con la mujer de Mahendra en una pequeña sala con sofás mientras tomábamos un té. Mahendra desapareció de escena y dejó a las mujeres solas hablando de sus cosas. Su esposa es sorprendente, trabaja de directora de escuela en un centro a una hora de Jaisalmer en dirección a Jodhpur, al que se traslada cada día en autobús. Nos explicó que era un poco duro, porque Mahendra pasa muchos días fuera de casa y hay veces que se solo se ven un par de veces al mes.

Jaisalmer, India

Aun así, todo ese esfuerzo se ha visto recompensado, porque su hijo mayor está en la universidad estudiando Ingeniería y su hija de 16 años se está preparando para estudiar Medicina. Tras la charla, Mahendra nos enseñó con orgullo su casa y luego nos fuimos a la cocina para ver cómo preparaba la comida.

Jaisalmer, India

 Nos enseñó a hacer pakoras y a preparar chapati, aunque cuando lo intenté yo, me quedó una chapati un poco mal y me la tuve que comer. Fue muy divertido que nos enseñara cómo cocina y compartir una experiencia 100% india. En cuanto a la comida, solo deciros que fue la mejor que comí en todo el viaje. Estaba todo buenísimo. Aunque tengo que reconocer que me pareció extraño que nos sentáramos primero a comer Mahendra y nosotras y, más tarde, cuando ya llevábamos la mitad del plato comido, se añadieran su mujer y su hija.

Jaisalmer, India

Tras la cena vino el momento estrella, el más esperado de la jornada. Entramos en la habitación y la mujer de Mahendra y su hija nos enseñaron a vestir un sari. Lo primero que nos dimos cuenta es que para ponerse un sari hace falta una enagua que se llama peti-coat donde se engancha la tela del sari y, como no teníamos, la mujer de Mahendra nos la tuvo que prestar.

El sari es una prenda muy elegante y todo el encanto reside en saber colocar los siete metros de tela con gracia y estilo. Me gusta la textura y el colorido de la tela. Una vez vestidas, salimos al salón para enseñarle los saris a Mahendra y entonces él se apoderó de mi cámara y se puso a hacernos una sesión fotográfica.

Jaisalmer, India

La noche fue muy divertida y nos lo pasamos genial. Finalmente, y con los saris puestos, subimos al tuk-tuk que nos devolvió bien entrada la noche al hotel. Era época de bodas en Jaisalmer y había música por todas partes. La ascensión hasta el hotel fue sorprendente porque la gente no paró de pararnos y de hacerse fotos con nosotras. Cuando por fin llegamos al hotel, subimos a la terraza para disfrutar de las luces nocturnas de la ciudad. Jaisalmer es una ciudad mágica.

Jaisalmer, India

Datos de interés:Hotel Raj Mandir. Es un hotel pequeño y con mucho encanto. Tiene cinco habitaciones y desayuno a la carta en la terraza. La habitación doble sale entre 1.200 y 2.500 rupias (19-40€) dependiendo del tipo y la temporada.
Sastrería. Hacer una blusa del sari: 200 rupias (3,15€), hacer un punjabi: 300 rupias (4,70€)
Saffron restaurant. Gandhi Chowk Street. Thums up: 30 rupias (0,47€), verduras con salsa agridulce: 75 rupias (1,20€), arroz hervido: 55 rupias (0,85€), nan de queso: 55 rupias (0,85€)
Mahendra Singh
, no me cansaré de recomendarlo. Desde mi punto de vista, la mejor manera de visitar el Rajastán es con conductor, ya que te olvidas de las maletas y de los horarios. El precio depende de las personas, el tipo de coche y el itinerario. Aquí os dejo su contacto por si quereis pedirle presupuesto: msshayam93@gmail.com

13 comentarios

  1. míriam 18 julio 2011
  2. Babyboom 18 julio 2011
  3. José Carlos DS 18 julio 2011
  4. M.C. 18 julio 2011
  5. Anonymous 19 julio 2011
  6. Salvador Gomez 20 julio 2011
  7. Luna_Terry 20 julio 2011
  8. Isabel 21 julio 2011
  9. Cool 22 julio 2011
  10. Lucia 23 agosto 2012
  11. Lucia 24 agosto 2012

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