Los templos de Prambanan day and night

7.15 am. ¡Qué bien sienta eso de dormir ocho horas! Tras haber descansado y con los ánimos a tope, fuimos a desayunar, ya que a las ocho nos venían a buscar al hotel para hacer la excursión que habíamos contratado el día anterior en el café Via-Via. Heni e I Gede nos estaban esperando puntuales para llevarnos esa mañana en moto a Prambanan y a algunos templos ocultos de la zona.

Prambanan Yogyakarta

Subimos a las motos y cruzamos Yogyakarta rodeados de un enjambre de ciclomotores hasta salir de la ciudad. De repente, dejamos todo el caos del tráfico y nos adentramos en el campo. A ambos lados de la carretera, campos de arroz y árboles tropicales nos rodeaban. En Java no hay una estación específica para plantar el arroz, se planta y recolecta durante todo el año, así que, mientras íbamos por carreteras secundarias veíamos a los hombres arando la tierra en algunas parcelas y, en otras, a mujeres plantando los jóvenes brotes de arroz.

Prambanan Yogyakarta

Según Heni, las mujeres son las encargadas de plantar el arroz porque existe la creencia de que la fertilidad de las mujeres ayuda a que la cosecha crezca mejor.

Lo bueno de ir en moto es que Heni paraba cada vez que yo quería hacer una foto, que fue varias veces, y es que no paré de hacer fotos a esos paisajes que había visto tantas veces: campos de arroz inundados, en los que se reflejaba el cielo como si de un espejo se tratara.
Después de tres cuartos de hora en la moto, llegamos al primer templo «escondido», el Candi Ijo (templo verde). Este templo hinduista está formado por tres edificios pequeños y uno principal y aparte de nosotros solo había unos estudiantes que habían hecho campana y se habían ido a refugiar allí.

Prambanan Yogyakarta
I Gede nos explicó que el templo principal estaba dedicado a Shiva, también conocido como «el Aniquilador», aunque nos hizo mucho hincapié en que era como un pseudónimo, que no quería decir que su principal función fuera la de destruir. En el interior del templo principal había una figura que representaba a la vez a lo masculino y a lo femenino y que se usaba en ceremonias de fertilidad. En esas ceremonias se hacia una mezcla de leche, miel y otros productos de la tierra que se vertían sobre un pica que había debajo de la estatua.

Prananbran Yogyakarta

I Gede nos explicó que había varias teorías sobre el nombre de este templo hinduista, que si era por el verdor de la zona, que si porque había un hombre santo que le llamaban el hombre verde, etc.

Tras la visita, volvimos a subir a las motos y unos 15 minutos más tarde paramos en otro pequeño templo budista totalmente reformado: el Candi Banyunibo, que está tan perdido entre los campos que lo llamaban «el solitario». I Gede, que es profesor de hinduismo en una universidad de Yogyakarta, nos explicó que el budismo tiene cosas en común con el hinduismo porque Siddhartha antes de iniciar el budismo era hinduista.

Prananbran Yogyakarta

Mientras íbamos con la moto, Heni no paraba de preguntarme cosas sobre la vida en España, sobre el matrimonio, la independencia de la mujer y sobre religión. En Java, la mayoría de la población es musulmana, pero son de mentalidad muy abierta en comparación con otros países. Por ejemplo, tanto I Gede como Heni estudiaron en la escuela católica simplemente porque la educación allí es la mejor. Por otro lado, la situación de la mujer todavía está mal. Heni me explicaba que irse a vivir con el novio sin estar casados era algo impensable, aunque ella estaba a favor de hacerlo. Y mientras íbamos hacia Prambanan, yo intenté contestarle como buenamente podía a todo lo que me preguntaba. Luego me enteré de que estaba escribiendo una tesis sobre las relaciones de pareja interculturales, y de que su novio era estadounidense.

Prananbran Yogyakarta

Media hora más tarde, llegamos a Prambanan, que es el templo hinduista más famoso de Indonesia. Al llegar, vimos que había dos entradas: una para los indonesios, que pagan 12.500 rupias (1€) y otra para los extranjeros, que cuesta 13$ o, si se paga en rupias, 117.000 (9,5€). De hecho, si hubiéramos comprado la entrada en la agencia, nos hubiera costado 110.000 rupias, pero como tenemos carnet de estudiante, solo podíamos comprar allí la entrada con descuento que valía 7$ o 63.000 rupias (5,15€). A cambio de pagar más, te ofrecían agua y un té de bienvenida. En la oficina también se puede contratar un guía por 60.000 rupias (5€), lo que es muy recomendable.
Como I Gede no es guía oficial, nos explicó un poco de la historia del templo ante una maqueta que había antes de entrar al recinto. Luego, mientras intentábamos retener en la cabeza todo lo que nos había explicado, nos lanzamos a visitar las ruinas.

Prananbran Yogyakarta
Prambanan se construyó a mediados del siglo XI y no se sabe bien quién lo mandó construir. El templo estuvo en ruinas durante muchos siglos hasta que en 1937 se empezó la reconstrucción. Del grupo principal de templos, el que más destaca es el Candi Shiva Mahadeva, que está dedicado a Shiva y es el más grande y bonito. A la derecha está el Candi Vishnu y a la izquierda del Candi Brahma. Un templo para cada una de las facetas del dios hinduista.

Prananbran Yogyakarta

Todo el conjunto central de templos de Prambanan es muy espectacular y para mí fue muy especial porque era el primer templo hinduista que visitaba. Lo malo fue que el Candi Shiva Mahadeva no se podía visitar por dentro, porque aún se estaba restaurando de los daños que sufrió durante el terremoto de 2006. Aun así, aproveché para subir las escaleras del Candi Vishnu y poder así disfrutar de sus relieves y su ornamentación tranquilamente porque apenas habían visitantes a esa hora.

Como el trenecito que lleva hasta allí no funcionaba a esa hora, fuimos caminando, dirección norte, para visitar otro templo, el Candi Sewu. Por el camino, nos encontramos con varias pastoras que tenían su rebaño de ovejas pastando en el césped del complejo y con un grupo de estudiantes que nos hicieron una encuesta en inglés como deberes y con las que acabamos haciéndonos fotos.

Prananbran Yogyakarta
A diferencia de los templos anteriores, el Candi Sewu es un templo budista que aún se está restaurando, y por eso había piedras por todos lados y andamios de bambú en algunas de sus estructuras. El templo es del año 850 y originariamente constaba de un templo central y 240 (!) más pequeños que lo rodeaban. Allí se respiraba una calma absoluta porque, aparte de nosotros y un par de operarios trabajando, no había nadie más. Octubre es temporada baja en Indonesia y lo hemos notado mucho en cuanto a escasez de multitudes.

Prananbran Yogyakarta
Mientras volvíamos hacia la entrada, empezó a tronar y, como no nos queríamos empapar, con la moto pusieron la directa y volvimos a toda velocidad hacia Yogyakarta. Octubre teóricamente aún es la estación seca, pero con el cambio climático te puedes encontrar con que te caiga un aguacero tras una mañana de pleno sol. Por suerte, llegamos al hotel secos y dispuestos a sacarnos el calor de encima con un bañico en la piscina. Tras el baño, salimos a buscar un restaurante para comer cerca del hotel y acabamos en el restaurante Laba-Laba. Pedimos pato, pero cuando nos trajeron el plato me dio la sensación de que, o ese pato era muy pequeño o la paloma era muy grande. Igualmente, me comí la poca carne que tenía el animal y lo rematé comiendo una banana rebozada con helado de fresa.

Prananbran Yogyakarta

Por la tarde no teníamos muy claro qué hacer. En un principio habíamos pensado ir a ver el ballet Ramayana en Prambanan, pero pensamos que sería una turistada y lo descartamos. Luego le pregunté a I Gede si había estado alguna vez y me respondió que cientos de veces. De hecho, nos recomendó que no nos lo perdiéramos, por lo que decidimos darle una oportunidad.

Contratamos en el hotel el traslado al templo y compramos las entradas allí al mismo precio que en taquilla. Las mejores entradas son las que valen 175.000 rupias (14,5€) ya que estás centrado y a una altura suficiente como para poder ver Prambanan iluminado. Nosotros compramos las de 150.000 rupias (12€), con las que también puedes ver Prambanan iluminado durante el espectáculo, pero estás un poco ladeado. Cuando llegamos al recinto, estaba todo medio vacío a excepción de los asientos laterales, que son los más baratos, que estaban a tope de indonesios, sobre todo de alumnos de escuelas de secundaria.

Ramanaya Prananbran Yogyakarta

El ballet de Ramayana cuenta la historia (o culebrón) de Rama y Shinta y, de hecho, es un texto sagrado de la religión hinduista. Shinta es una princesa muy bella y con muchos pretendientes. Para ver quién es merecedor de su mano, se organiza un torneo de arquería que gana un príncipe llamado Rama. Pero el malo de la película también quería a Shinta porque pensaba que era la reencarnación de su amada, así que hace que un secuaz suyo se transforme en ciervo dorado. Mientras Rama y Shinta van camino al reino de él, se cruzan con el ciervo dorado. Shinta, que es así de caprichosa, le pide a Rama que lo cace. Rama se va tras el ciervo y deja a Shinta a cargo de su hermano, pero como este no acaba de regresar, al final el hermano también va a echarle una mano a Rama con la caza, pero antes hace un círculo protector alrededor de Shinta para que no le pase nada malo.

Ramanaya Prananbran Yogyakarta

 Lo que pasa es que el villano es muy traicionero y se hace pasar por un mendigo anciano que pide la ayuda de Shinta, y esta, como es así de tontica, sale del círculo y el maligno la atrapa y se la lleva a su castillo. Rama y el hermano vuelven a donde habían dejado a Shinta y no la encuentran, pero un pajarillo que intentó frustrar el secuestro y que se llevó un mamporro como respuesta, les explica a nuestros protagonistas lo acontecido, y sin más dilación se van a rescatar a Shinta. Por el camino, se encuentran a unos monacos que les piden ayuda para derrotar a unos gigantes que les están atacando. Como Rama y su cuñado no tienen prisa, pues les dan una ayudilla y, a cambio, los monos les acompañan en su periplo.

Ramanaya Prananbran Yogyakarta

Shinta está en un palacio al otro lado del mar, pero los monacos construyen un puente con rocas para llegar hasta allí. Luego, el mono Harumman se infiltra en el palacio para avisar a Shinta de que Rama ha venido a rescatarla. Harumman es apresado por los malos malosos y es sentenciado a morir en la hoguera. Sin embargo, Harumman consigue escapar y, de paso, incendia el palacio del villano.

Ramanaya Prananbran Yogyakarta

Rama y el cuñado atacan el palacio con la ayuda del ejército de monos y consiguen vencer primero al hijo del malo y finalmente al malísimo. Sin embargo, después de todo el rollo, va Rama y dice que duda que Shinta siga siendo pura, así que la rechaza (tiene narices el tema) y la pobrecita Shinta se prende fuego a sí misma para demostrarle su pureza (no entiendo qué tiene que ver una cosa con la otra), pero menos mal que el dios del fuego pone un poco de sentido al sinsentido y salva a Shinta. Rama se queda muy contento con la demostración de fe y de pureza, y se lleva a la chica a su país para ser felices y comer perdices. ¡Pero menudo culebrón!

Ramanaya Prananbran Yogyakarta

En fin, a mí personalmente el ballet me gustó, incluso hasta la música de gamelan parecía más armoniosa que el día anterior. Aunque lo que más me sorprendió fue que, cuando acabó, salieron los presentadores a dar las gracias y dijeron que quien quisiera hacerse una foto con los bailarines, podía subir al escenario. Yo en ese momento flipé mucho y, cómo no, fui de las primeras en subir al escenario, no para hacerme fotos con ellos, sino para ver el vestuario y el maquillaje de cerca, ya que parecían increíbles.

Ramanaya Prananbran Yogyakarta

Y allí estuvieron media hora todos los bailarines pacientemente haciéndose fotos con todo el mundo sin borrar ni un momento su sonrisa de la cara. Otra de las cosas que hacía todo el mundo era subir a la parte más elevada del escenario para poder ver Prambanan iluminado más de cerca, hasta que llegó un momento en el que se apagaron las luces del templo y los bailarines se fueron a los camerinos.

Al volver al hotel, entramos a cenar en el restaurante Renzo Café que está justo delante. Comimos pollo con salsa de coco y gado-gado, un plato delicioso cuyo ingrediente principal es el tempe, que al día siguiente aprenderíamos a preparar.

Prananbran Yogyakarta

Datos de interés:
Excursión «Prambanan y templos ocultos en moto»: 125.000 rupias (10,25€). Lo contratamos en la agencia Via-Via. Las entradas a Prambanan no están incluidas. Entrada: 13$/117.000 rupias. Entrada estudiantes: 8$/63.000 rupias. Visita guiada: 60.000 rupias (5€).

Restaurante Laba-Laba. Jalan Prawirotaman. Bebek Goreng (pato frito): 30.000 rupias (2,5€). Nasi goreng vegetariano: 18.000 rupias (1,5€). Zumo de limón: 9.000 rupias (0,75€).

Traslado del hotel a Prambananpara ver el ballet: 50.000 rupias por persona (4,10€). Salida a las 18h. Lo contratamos directamente en el hotel.

Ramayana Ballet en Pramabanan. Hay varios espectáculos de danza de Ramayana en la ciudad, pero nosotros fuimos al que se hace en Prambanan. Hay varias entradas. Las más caras son las VIP (250.000 rupias/20,5€) están en primera fila y tienes un asiento acolchado, lo malo es que no se ve Prambanan iluminado desde este sitio. Un poco más arriba están las de la categoría Khusus (175.000 rupias/14,35€) en las que estás centrado y puedes disfrutar de la vista de Prambanan iluminado. Las «Class I» cuestan 150.000 rupias (12,30€) y están en la diagonal con el escenario. Las más económicas son las «Class II» que están en los laterales del escenario, cuestan 75.000 rupias (6,15€) y es donde se sientan casi todos los indonesios. El ballet se hace en el escenario al aire libre de mayo a octubre y en el cubierto de noviembre a abril. La obra se representa los martes, jueves y sábados.

Renzo Café. Jalan Prawirotaman. Opor ayam (pollo con leche de coco): 25.000 rupias (2€), gado-gado: 20.000 rupias (1,6€), tempe goreng: 10.000 rupias (0,80€). Rollitos de primavera: 16.000 rupias (1,3€).

Hotel Duta Guest House. Habitación doble con baño, ventilador y desayuno incluido: 325.000 rupias, -10% de descuento: 292.500 rupias (24€).

Encontrarás más datos en la mini guía del viaje a Indonesia. ¡No te la pierdas!

10 comentarios

  1. míriam 10 diciembre 2010
  2. Isabel 13 diciembre 2010
  3. mipatriasonmiszapatos.com 13 diciembre 2010
  4. Isabel 13 diciembre 2010
  5. José Carlos DS 13 diciembre 2010
  6. Isabel 13 diciembre 2010
  7. Mercè 5 mayo 2018
    • Isabel & Xavier 5 mayo 2018
  8. Laura 18 julio 2018
    • Isabel & Xavier 18 julio 2018

Deja un comentario

Información sobre protección de datos

  • Responsable: Isabel Romano
  • Fin del tratamiento: Controlar el spam y gestión de comentarios.
  • Legitimación: Tu consentimiento.
  • Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  • Derechos: Acceso, rectificación, portabilidad, olvido.
  • Contacto: iromano.diario @ gmail .com
  • Información adicional: Más información en nuestra política de privacidad

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.