Brujas: arquitectura, patatas fritas y chocolate

Seguimos con los relatos del viaje a Flandes que hicimos a finales del verano de 2013. Hoy vamos de Gante hasta Brujas para visitar en un día esta preciosa ciudad. ¿Os apuntáis a descubrir con nosotros la ciudad más bella de Flandes? ¡Vamos!

Brujas

En menos de cuarenta minutos, el tren que une la estación de Daamport en Gante nos dejó en la céntrica estación de Brujas. Llegábamos a una de las ciudades más bonitas no solo de Flandes, sino de Europa, y las expectativas era muy altas. La estación está muy cerca del centro, así que conseguimos unos mapas en la oficina de turismo que hay en la salida y nos preparamos para exprimir todo el jugo posible a la ciudad y, sobre todo, recorriendo el casco antiguo. ¡Atentos que empieza el itinerario turístico!

Brujas

A escasos diez minutos a pie, atravesamos el jardín donde está el lago del amor y sus famosos cisnes, que son un símbolo de la ciudad. Más allá nos encontramos con uno de los primeros atractivos: el Begijnhof o Beguinaje. Este beaterio se construyó en 1245 para albergar a las viudas y huérfanas de los cruzados que tomaron la antigua Constantinopla. Actualmente, en las típicas casas del siglo XV-XIX residen las monjas de la orden de San Benito. El recinto, junto a un jardín muy amplio y muy cuidado, cierra todos los días a las seis y media de la tarde. ¡Tomad nota!

Brujas

Dejamos atrás la paz del beaterio para adentrarnos en el centro de la ciudad histórica. No es de extrañar que Brujas sea patrimonio de la humanidad, porque toda la arquitectura del casco histórico es preciosa y te da la sensación de estar caminando por una ciudad de cuento. Uno de los puntos más fotografiados de la ciudad por su belleza es el muelle del Rosario (Rozenhoedkaai). Desde allí pudimos contemplar una panorámica con la Iglesia de Nuestra Señora de fondo, que tiene una torre de más de 120 metros de altura. Se trata de la segunda torre de ladrillo más alta del mundo y destaca entre los canales de Brujas y los edificios históricos.

Brujas

Muy cerca, nos encontramos con la plaza Burg y el ayuntamiento de Brujas, uno de los puntos neurálgicos de la ciudad junto con la cercana plaza del mercado. Obviamente, uno de los edificios más importantes de la plaza es el ayuntamiento y, como era sábado por la mañana, vimos pasar varias comitivas de bodas. Pasaron invitados a enlaces de todo tipo: tradicionales, medievales, de los años 40 y hasta de cuento de hadas con carroza al más puro estilo de la Cenicienta (!).

Brujas

El ayuntamiento de Brujas es un precioso edificio de estilo gótico, que contrasta con los diferentes estilos que podemos encontrar en la plaza: el románico de la basílica de San Basilio, el estilo renacentista en la antigua Escribanía, el barroco en el Prebostazgo y el clasicismo en la casa señorial del Franconato de Brujas, ahí es nada. Es como un libro de historia del arte en tres dimensiones.

Brujas

Tomando la Breidelstraat llegamos hasta Markt, la plaza del mercado y una de las zonas con más movimiento de visitantes del centro de Brujas. Aquí pudimos contemplar las bonitas casas gremiales, como ya habíamos hecho en nuestra visita a Amberes, ante la omnipresencia de la torre del Belfort, erigida siglos antes. El campanario es uno de los mejores miradores de la ciudad y desde sus 83 metros de altura podemos deleitarnos con la preciosa vista del centro histórico de Brujas.

Brujas

Al llegar a la plaza estábamos un poco cansados de callejear sin parar por el centro, así que decidimos sentarnos a tomarnos unas patatas fritas tradicionales en una freiduría de la plaza. Fue un grave error, porque nuestra siguiente parada era el Museo de la patata frita de Brujas y, por qué negarlo, uno de los objetivos principales de nuestro viaje a Flandes.

Brujas Museo Patata Frita

¡Objetivo conseguido!

¿Y por qué visitar el Museo de la patata frita? Porque, según nuestra filosofía, cualquier excusa es buena para hacer un viaje: ya sea para visitar los escenarios toscanos del libro Luna Nueva de la saga «Crepúsculo» o para viajar a Disneyland París y el país de Nunca Jamás para celebrar el 30 aniversario de nuestra Peter Pan particular. Nuestros frikiviajes son tan divertidos como cualquier otro.

Brujas Museo Patata Frita

Sin embargo, la semilla, el porqué de la visita al Museo de la patata frita, se debió al corresponsal de Catalunya Radio en Bruselas, que unos años atrás se desplazó hasta Brujas para cubrir una aburrida cumbre europea. En uno de sus ratos libres decidió visitar el museo y quedó tan fascinado por el museo y por la cultura de las patatas fritas, tan arraigada en Bélgica y Flandes, que hizo un reportaje del museo en la radio. Y lo explicó todo con tanta pasión que pensé: ¡tengo que ir!

Brujas Museo Patata Frita

Unos años más tarde, ponía mis pies finalmente en el Frietmuseum. La exposición del Museo de la patata frita se divide en tres partes. En la primera se explica el origen de la patata, de cómo fue descubierta por los españoles en Sudamérica e introducida en España y posteriormente en Europa. También tiene una parte que explica la importancia de la patata frita en Bélgica, con artículos de antiguas freidurías y un apartado que te explica cómo preparar la patata frita perfecta.

La parte final es la visita a la freiduría que hay en el sótano del museo. Antes he comentado que probar unas patatas fritas en la plaza del mercado fue un error, y eso es porque deberíamos haber intuido que las patatas fritas del museo son las mejores de todo Flandes, sin duda. Así que, a pesar de que estábamos llenos, para comprobar esa leyenda nos zampamos otra ración cada uno. Todo sea para poder dar opiniones fehacientes en este blog.

Brujas Choco Story

Al comprar la entrada del Museo de la patata frita tendréis la opción de comprar la entrada combinada para visitar el Museo del chocolate, situado a unos minutos del de la patata frita. ¡El Paraíso en la tierra!

Brujas-Choco-Story

El Choco-Story es un museo muy recomendable, especialmente si se visita con niños. El museo tiene una parte didáctica donde se explica la procedencia del cacao y la introducción en Europa por los españoles, muy similar al de la patata. También nos cuenta cómo empezó a prepararse y a cocinarse en Europa, y pueden verse muestras de utensilios antiguos. Además, la exposición está representada de forma muy amena. Al finalizar el recorrido, se pasa por un taller en el que un maestro chocolatero muestra cómo se preparan los bombones rellenos de praliné, que pueden probarse al final de la demostración. Estaban superbuenos.

Luego, en la salida hay una tienda que vende, obviamente, chocolate, y aproveché para comprar un kilo de perlas de chocolate de Uganda del 80% y de Ecuador de 71% de cacao. Chocolate de excelente calidad para preparar repostería, nada que ver con el que podemos encontrar en las tiendas de por aquí.

Brujas-HalveMan

Si me pierdo en Flandes buscadme en una tienda de bombones (y si no sabéis que regalarme, con unos bombones belgas hacéis un pleno, FYI).No me busquéis en una cervecería, porque no soy fan de esta bebida, pero hay una cervecería en la ciudad que no puedo dejar de recomendaros: De Halve Maan.

Brujas HalveMan

Y es que otro de los aspectos importantes de Brujas, y de Flandes en general, son sus cervezas. Esta cervecería esta en funcionamiento desde 1546, así que es la cervecería activa más antigua del centro de Brujas. En este local se ofrecen visitas guiadas cada hora y tiene un restaurante con una terraza muy animada en verano, que os recomendamos 100%. Sentarnos allí fue la mejor manera de finalizar nuestro paso por Brujas.

Como podéis imaginar, Brujas es ideal para todos los visitantes, pero nos fuimos con la sensación de que nos dejábamos muchas facetas de la ciudad por descubrir. ¡Volveremos!

Para más información del viaje a Flandes, no dejéis de visitar nuestra guía de la escapada a Flandes cuatro días y visitar la página web de Turismo de Flandes y Turismo de Brujas.

Datos de interés:
1. Tren de Gante a Brujas: 6,50€ por trayecto. Hay muchos trenes que conectan las dos ciudades diariamente. Podéis consultar horarios en la web de SNCB.
2. Frietmuseum (Museo de la patata frita): 6€. Incluye un descuento para probar unas patatas fritas en su freiduría. No os perdáis la salsa «andaluza». El museo es gratuito con la Brugge City Card.
3. Choco-Story: entrada 7€. El museo es gratuito con la Brugge City Card.
4. Cervecería De Halve Maan. Ofrece visitas guiadas cada hora, por 7€ (incluye una consumición). La visita es gratuita con la Brugge City Card.

4 comentarios

  1. Artus Silenis 3 agosto 2014
  2. Soloquieroviajes blog 28 octubre 2014
  3. Alvaro 17 agosto 2015
    • Isabel & Xavier 23 agosto 2015

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