Os traemos una nueva entrega del viaje a las capitales imperiales de China. En el relato anterior os explicamos nuestra llegada a Xi’an desde Pingyao, y en esta ocasión seguimos nuestro periplo por China visitando la atracción estrella de Xi’an: los increíbles guerreros de terracota.
A pesar de que los guerreros de terracota han dado a Xi’an una fama mundial, estos no se encuentran en la ciudad propiamente dicha, sino a una hora en autobús. Así que después de desayunar nos dirigimos a la estación de tren de Xi’an y allí tomamos el pequeño autobús de color verde que tiene señalado en inglés «Xi’an – Terracota warriors» (8 yuanes). Apenas hicimos cola y el autobús se puso en marcha rápidamente.
Una hora más tarde, el autobús paró en medio de una carretera bastante transitada que tuvimos que cruzar para llegar hasta el Mausoleo del Emperador Qin Shi Huang. Aunque antes de llegar a la entrada en sí tuvimos que pasar por una calle llena de tiendas de todo tipo. Desde la carretera a la entrada se puede ir en una especie de carricoche eléctrico por 5 yuanes, pero la cola era tan larga que no valía la pena.
Una vez pagada la entrada (150 yuanes) hay que decidir bien el orden de la visita. Nosotros empezamos por el exhibition hall y el cinema para empezar a empaparnos de la historia de uno de los yacimientos arqueológicos más impresionantes del mundo.
El emperador Qin Shi Huang es conocido por su tiranía y por ser el unificador de China. Fue el primer emperador y el precursor de la construcción de la primera muralla china. Era la época de las guerras feudales y gracias a su estrategia militar consiguió ir anexionando el resto de reinos hasta la denominada unificación de China allá por el 221 a.C. Murió en el 210 a. C mientras realizaba un viaje por el sur del país, dicen que buscando la vida eterna en las legendarias islas de los Inmortales.
Quizás por temor a que los enemigos derrotados quisieran vengarse de él en la otra vida o quizás porque pensaba que seguiría mandando en el inframundo, o simplemente como otra obra más de su megalomanía, mandó construir un mausoleo descomunal que dejara constancia de su poderío en vida.
Como suele pasar habitualmente, el hallazgo del mausoleo fue totalmente fortuito. Unos campesinos estaban construyendo un pozo en 1974 y encontraron lo que resultó ser una estructura abovedada en cuyo interior había miles de soldados de terracota. Pero el emperador no se conformó con un ejército fabricado de manera industrial. Aunque cueste de creer, no hay ninguna estatua igual. Podemos ver peinados distintos, rasgos de diferentes etnias del país, edades (de jóvenes a veteranos), y diferentes graduaciones y rangos militares (soldados, arqueros y caballería). Además, las estatuas estaban pintadas y sostenían armas, aunque al igual que con los carruajes de madera, las armas y la pintura fueron presas del paso del tiempo. Fue una obra titánica que llevaron a cabo los artesanos chinos a lo largo de diez años.
A la hora de visitar los pabellones, lo hicimos in crescendo, empezando por el pabellón número 3. Aquí se hallan las estatuas que al parecer formaban el cuartel general, ya que se han encontrado 72 guerreros de alta graduación y caballos. En el hangar número dos se pueden ver 1300 guerreros y caballos de los cuales se pueden observar algunas figuras al detalle en una sala de exposición anexa. Finalmente, en el hangar número uno llega el desparrame: 6000 guerreros dispuestos en formación de cara al este preparados para entrar en batalla. En total, se estima que el ejército del emperador está formado por más de 8000 figuras que aún se siguen desenterrando.
Esta fue una de las visitas estrella de nuestro viaje a China y nos encantó. Si alguien tiene dudas de si vale la pena o no visitar los guerreros, ya os decimos que sí. Además, os recomendamos que os guardéis unas tres horas para visitar el mausoleo con calma.
Acabamos la visita al mediodía, así que antes de regresar a Xi’an buscamos un restaurante fuera del mausoleo. Acabamos en un pequeño bar que tenía el menú en inglés y, a pesar de la calor y la humedad asfixiante que hacía, decidimos tomarnos un bol de sopa de wanton humeante. Nos van los retos.
Podéis encontrar más información de la organización de este viaje en la Guía del viaje a China de 15 días por las capitales imperiales.
Datos de interés
1. Bus de Xi’an al Mausoleo del Emperador Qin Shi Huang: 8 yuanes; sale cada diez minutos del aparcamiento de la estación de tren.
2. Entrada al mausoleo: 150 yuanes; audioguía: 40 yuanes; visita guiada de dos horas: 150 yuanes.
3. Restaurante fuera del mausoleo. Sopa de wonton: 30 yuanes; tallarines salteados con verduras: 20 yuanes.
4. Hostel 7 sages de Xi’an. Habitación doble con baño: 80 yuanes.
Una de las razones por las que quiero visitar China es precisamente por ir a ver los guerreros de Xi’an! Me parece increíble que el emperador mandara construir tantos guerreros y todos distintos!! :O
Ten cuidado con los guerreros no te vayan a tragar se que son muy fieros.Un fuerte abrazo
Hola Isabel y Xavier,
Me vienen genial estos datos históricos que contáis para cuando los visite de camino al Monte Hua. Gracias por la info.
Un saludo!!
Gracias por la información! Muy útil!!
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Desde luego son una obra impactante, pensar que estaban enterrados durante todos esos años… Cuando los vimos nos quedamos sin habla sobre todo por su tamaño; en las fotos nunca se aprecia con exactitud… Y los carruajes con caballos, toda una delicia